El fervor eólico que tanto anidó en el Partido Popular hasta el punto de volver loco a más de uno aterrizó en Telde de la manera que tienen en esa ciudad de jugar con las cosas de comer. Tirando de hemeroteca nos hemos encontrado con una apasionada Mari Carmen Castellano declarando su deseo de que el Cabildo de Soria, provincia de Las Palmas, participara en el proyecto, quizás ajena a la estampida que ya habían dado en Megaturbinas de Arinaga en favor de la empresa de Esquivel. Castellano es mujer de armas tomar, empleada de la Cámara de Comercio en excedencia, ha jugado adecuadamente sus cartas, y contribuyó con sus gestiones a un eficaz intercambio de estampitas entre la Autoridad Portuaria -pieza básica en el meneo eólico- y el Muy Ilustre Ayuntamiento de Telde, empeñado en abandonar la alpargata y subirse a los grandes negocios de futuro. Así que metidos en relaciones, la señora Castellano contrató en la concejalía de Desarrollo Local a la esposa de Arnáiz mientras que éste metía como asesor ambiental en el Puerto al esposo de la concejala del PP. Todo en familia.