Los gestos de las últimas horas de condonar deudas a la UD Las Palmas no sólo alcanzan a los grandes acreedores como Germán Suárez, Manuel García Navarro, Ángel Luis Tadeo y, en menor medida -por la cuantía- a Seguridad Integral Canaria. Pequeñas empresas que necesitan hacer filigranas para llegar a final de mes tiran también del carro amarillo y se apuntan a la salvación. Es el caso de Quimisur 2000, S.L., una empresa dedicada al ramo de la limpieza que ha prestado servicios de lavandería al club durante años y condona ahora una deuda de 7.000 euros. Gestos como éstos son los que incentivan a quienes reman a favor de que la UD Las Palmas no pase a mejor vida, y obligan moralmente a los grandes empresarios que la dejaron como está a llevarla al buen puerto del convenio de acreedores, que es donde se deben firmar todas estas quitas apalabradas con el corazón de muchos amarillos. En el empeño está Miguel Ángel Ramírez, de Seguridad Integral Canaria, que este jueves volvía a apuntar que el futuro de la UD es posible con la reducción de la deuda a 2.000 o 3.000 millones de las antiguas pesetas.