El central de Durango ya se ha hartado de su situación. Este jueves explotó y dejó clara de una vez por todas su postura además de afear la conducta de los que quieren echarle encima a la afición y decir que no ha querido quedarse porque pedía mucho dinero. Sarasua se pregunta por qué dicen que cuentan con él y se encuentra a muchos kilómetros de donde está toda la plantilla del equipo. No cabe otra respuesta que la de la lenta tortura para ver si se apea del burro y regala un añito de su contrato. La UD asegura que se está negociando con él cuando lo único cierto es que se le comunicó la intención de bajarle el sueldo a la mitad, él realizó una contraoferta menos drástica y le responden con la primera. Si fuera verdad que se cuenta con su concurso, seía difícil explicar que a tres semanas de comenzar la liga todavía no sepa de qué va lo que propone Uribe. El vasco recuerda que llegó del Eibar con uno de los contratos más bajos y si cobra lo que cobra (lo mismo que otros que están en Suecia) fue porque lo ganó sudando la camiseta amarilla. Ha zanjado la cuestión negándose a negociar mientras le mantengan apartado.