La situación de la Confederación Canaria de Empresarios empieza a rebasar todos los límites de lo admisible para una organización que representa a tanta gente de orden. Se acerca el momento de las elecciones que den lugar a un relevo en la presidencia sin que hasta el momento esté asegurado por qué opción se van a inclinar los empresarios. Pero mientras, ocurren cosas como la de este jueves, en que el presidente, Antonio Rivero, mandó suspender el comité ejecutivo de la Confederación a la una de la tarde. La reunión estaba prevista para las seis, pero a alguien se le olvidó convocar al mismísimo presidente, y claro, por muy descabezada que esté la patronal, una reunión sin el presi tendrá mucha gracia, pero no es reunión ni nada.