José Jiménez asegura que el trámite, aunque se haya demostrado lento, es legal porque ni siquiera llega al 20% de complementariedad sobre el contrato principal. El consejero insular asegura que el Cabildo planta cada año 150.000 árboles y que estos 10.000 tenían necesidad de más de un riego, y eso era lo que se contrataba a manguera pasada. El procedimiento se inició, siempre según la versión de Jiménez, el 25 de junio, y se acabó el 10 de octubre. Meteórico no fue, desde luego. Y si un funcionario interino entró en la Mesa de Contatación a decir que el trabajo ya estaba realizado era porque así había sido. Pero no era el que conocía todas las entretelas de la cosa, y si lo llamaron fue porque no estaban en ese momento ni Víctor Montelongo ni Carlos Velázquez. A ver si la próxima regada llega un poco más a tiempo. Y con los papeles en regla.