Otro de los motivos para la dimisión de Padrón, el caos organizativo del Ayuntamiento, es un dato que nadie desmiente. Al PP le importó un pimiento hacer una relación de puestos de trabajo, poner al Consistorio en situación de afrontar los retos de una gran ciudad como Las Palmas de Gran Canaria. Se limitó a ir enchufando gente en donde creía que podía haber necesidad de hacerlo, y dedicó el resto de los esfuerzos a agitación y propaganda. En el Cabildo, donde el PSOE y Nueva Canarias se quejan exactamente de lo mismo, al menos ya se ha elaborado un nuevo reglamento que corrija esa situación tan desastrosa. Lo han hecho con personal propio y con el asesoramiento de un especialista fichado en el Congreso de los Diputados. Para que luego digan que a Román no le cunden los viajes a Madrid.