Ya cerrado el debate de los ministerios y aterrizando en las islas, el primer nivel que aparece en el desmonte del aznarismo es la Delegación del Gobierno. Inmigración, mafias, complejas vecindades, el puerto y el necesario golpe de timón del cambio exigen mucho de los candidatos. El mejor colocado es Julio Pérez, que fuera consejero de Sanidad con Jerónimo Saavedra. Está muy bien colocado porque en mérito y en capacidad supera a los otros candidatos: formación, experiencia, capacidad política y talante, hacen de él el mejor situado. Pero ahora entran en escena estrategias políticas y allí donde casi nadie cuestiona la baremación, cada uno tiene un estrategia en la cabeza. Y por eso aún se discute.