La estrella de la semana ha sido, por méritos propios, la periodista (ejem) Teresa Cruz, esposa de Larry Álvarez y paradigma del nepotismo del PP canario. Ya saben que su más reciente hazaña ha consistido en ser sujeto de la última canallada del partido de su marido, que a través de José Manuel Soria, ha impuesto a Pepa Luzardo y ésta a Rafael Nebot, el cambio de jefa de prensa del teatro Pérez Galdós. La Cruz tiene una acreditada biografía especializada en pisotear a periodistas allá donde se le ha antojado estar. Cuando vino a Canarias de la mano de Luis Larry, consiguió que El Mundo quitara a su corresponsal de entonces, Cristóbal Peñate, y la pusiera a ella. Al periodista canario le explicaron que era una decisión de Pedro J. por los compromisos con Soria, que tiempo después enchufó a la esposa del director de El Mundo, Ágatha Ruíz de la Prada, en una exposición en el CAAM, y colocó 300.000 euros al año en los presupuestos insulares para unos premios fantasmagóricos instituidos por la empresa editora de ese diario.