La gran pelotera que se montó en los juzgados de Telde tenía sus concomitancias con las que se han venido montando en Granadera Canaria. Pero, a diferencia de los juzgados de Las Palmas, en la ciudad de los Faycanes no se puede entrar con cámara de fotos, dónde va a parar. Y si, para colmo, familiares y policías colaboran para que los reporteros no puedan hacer su trabajo, ya se podrán imaginar la que se pudo montar allí. El que peor lo tuvo en la jornada de este viernes fue el empresario Felipe Ojeda, que fue retratado esposado y en su plenitud por un error de los agentes que le trasladaron desde Las Palmas de Gran Canaria. No lo metieron por el garaje y se apeó en plena calle. “Esto me pasa por ser el primero”, acertó a decir el empresario, co propietario de una ferretería en la ciudad de Telde.