Las grandes empresas de la Península se llevaron un proyecto que ni siquiera sabemos para qué sirve a corto plazo. Lo de este martes en la Autoridad Portuaria fue el fracaso de uno de los más serios y solventes empresarios de Canarias, el señor San Juan, que quizá no tenga en el manual de supervivencia (o acaso lo tenga pero no en la versión más moderna) un consejo para funcionar entre tanto gaznápiro. No estaría de más que en el Parlamento el señor Pintado explique el informe técnico porque, según parece, lo que allí se dice no es verdad ni mentira, sino un medio para penalizar a Satocan. Los funcionarios aseguran que se analizaron todos los papeles con lupa y que Fomento dijo que todo estaba en perfecto orden para producir la adjudicación que se produjo. En todo caso, si alguien conoce a alguno de los 25 miembros, que lo llame por teléfono y le pregunte. “Oye amigo, ¿fue limpio aquello?”. Si alguno le contesta que sí, por favor, envíenos el e-mail, que lo publicaremos.