Sanidad cree que Cantabria no está en la 'segunda ola' del Covid, pero “va a llegar”
El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha reconocido que existe una “transmisión clara” de coronavirus en Cantabria, donde se ha producido una “gran” expansión de la pandemia con el aumento de casos en las últimas semanas, que siguen creciendo “día a día”. Pese a ello, cree que “de momento” no se trata de la 'segunda ola' del Covid-19, pero hay que tener en cuenta que “va a llegar”, ha avisado.
Y aunque ve “improbable” un confinamiento como el de marzo, es partidario de “endurecer” medidas ya implantadas o poner otras en marcha, y en consecuencia está “abierto a cualquier opción que sea factible desde el punto de vista legal, como el 'toque de queda' anunciado en otras comunidades y que no se ha planteado en esta autonomía.
Así lo ha señalado Rodríguez en una entrevista a Europa Press, en la que ha calificado de “preocupante” la situación de la región, con una “clara transmisión” del virus que hay que “cortar”.
El responsable del área, médico de profesión y que tomó posesión del cargo hace un año tras más de una década de experiencia en gestión sanitaria, no quiere hablar “de momento” de segunda oleada del Covid-19 en la región, aunque “va a llegar”.
Ese momento se producirá, según ha apuntado, si siguen aumentando los casos hasta tal punto que los rastreadores tengan dificultades “tremendas” para hacer su trabajo y no puedan hacer un seguimiento.
No obstante, el consejero cántabro no maneja ninguna previsión sobre el tiempo que tardará en producirse esa situación, y que a su juicio debería calcular en todo caso el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que dirige Fernando Simón.
Hasta ahora, Cantabria ha formado a más de 90 personas que se dedican, en el ámbito de la Salud Pública y de forma prioritaria, a rastrear los contactos de los positivos, labor en la que se están preparando otras diez y se prevén incorporar otras tantas al equipo.
Sin embargo, hay un “límite” para contratar rastreadores, que pasa precisamente por cuando la transmisión comunitaria del SARS-CoV-2 haga “imposible” el estudio y seguimiento de los infectados.
De momento, sí pueden acometer esta tarea en la Comunidad Autónoma, donde si bien hay “muchos” brotes --una treintena el viernes-- son por lo general “pequeños”, ya que la mayoría no pasa de diez casos, y “aislados”, relacionados en su mayor parte con reuniones y celebraciones de familiares y amigos. A ellos hay que sumar los infectados que se registran de manera individualizada.
Y aunque los contagios no están teniendo por ahora “mucha repercusión” en el sistema sanitario cántabro --el viernes había 23 pacientes ingresados en hospitales, ninguno en la UCI, lo que es “importantísimo”--, Rodríguez ve “preocupante” que sigan aumentando los casos, de ahí que abogue por más medidas o “endurecer” las que hay.
La vuelta al cole
También le preocupa la situación de la pandemia en otoño por varios factores, como la vuelta al cole, ya que aunque los protocolos establecidos son “correctos” hay que ver cómo se desarrollan.
Así, aunque se han establecido medidas en el ámbito educativo, el regreso presencial a las aulas es “una fuente de preocupación”, como también lo es la gripe, su incidencia y la posibilidad de que personas, especialmente mayores, se infecten a la vez del virus estacional y del Covid. Por eso, se va adelantar este año la campaña de vacunación y “lo ideal” según Rodríguez es empezar en septiembre.
Hasta entonces, y de momento, Cantabria se encuentra en una situación “privilegiada” a pesar de que han aumentado “mucho” los casos de Covid en las últimas semanas. Pero que esté “mejor” no es un “consuelo” para el consejero, que defiende las restricciones impuestas hasta ahora en la región y no tiene “ninguna duda” de que han sido “efectivas”.
Así, sin el uso obligatorio de la mascarilla -que está “generalizado” salvo “algunas excepciones”-, la limitación del tamaño máximo de los grupos a 15 personas no convivientes o el horario de cierre del ocio nocturno a las dos de la madrugada el virus estaría “en plena expansión” y no habría una treintena de casos nuevos diarios, sino el “triple” o el “cuádruple”.
Sin embargo, a juicio del responsable de Sanidad a los cántabros --que es entre quienes se están dando la mayor parte de los casos, aunque también hay importados de otras comunidades, como Madrid o País Vasco, cuya situación le preocupa pero “relativamente”-- “se nos olvida” guardar la distancia social y que aunque llevemos mascarilla no podemos comportarnos como antes del Covid.
Esto es, “sin ninguna duda”, por donde se está “colando el virus”, y se produce habitualmente en grupos y actividades de ocio en general, no solo en locales, donde se tiende a rebajar la distancia, y más si hay comida o bebida y la gente se quita la mascarilla. Porque si hay distancia social, mascarilla e higiene, se evitan contagios, que se producen en cambio cuando se “relajan” las normas.
Planes para aislar barrios o pueblos enteros
Rodríguez, que cree que la 'nueva normalidad' no debería haberse llamado así -“igual nos equivocamos en el nombre”, ha reflexionado- ha señalado que el Gobierno cántabro trabaja en un plan de contingencia para que los ayuntamientos, llegado el caso, aíslen barrios o poblaciones enteras afectadas por casos y rebrotes.
Ha avanzado que cada municipio deberá tener su propio documento, para el que recibirán primero el asesoramiento y pautas de Sanidad y después, el visto bueno al plan.
Así, aunque en algún momento haya que aislar determinadas zonas o localidades, el consejero considera “muy improbable” y “prácticamente imposible” un confinamiento como el de marzo si la incidencia del coronavirus en la salud no vuelve a ser como cuando se decretó el estado de alarma, debido a que la economía también es “fundamental”.
Otras posibilidades, como el 'toque de queda' anunciado por País Vasco o Cataluña, no se han planteado en Cantabria, pero su consejero está “abierto a cualquier opción que sea factible desde el punto de vista legal” y que “favorezca” que se corte la transmisión del virus.
A este respecto, ha recordado que cualquier medida que conlleve una restricción de derechos fundamentales de las personas ha de estar muy motivado y es complicado en situaciones de normalidad (o nueva normalidad).
Ocio nocturno
Al hilo, y a propósito del cierre de los locales de ocio nocturno a las dos de la madrugada -restricción que el sector ha recurrido en los tribunales- el responsable de Sanidad ha defendido que la decisión se adoptó “conscientemente” y siguiendo recomendaciones a nivel nacional, pues si bien en Cantabria no ha habido brotes “grandes” en pubs y discotecas, se han registrado “muchos” en toda España y es algo que no se puede “obviar”. De hecho, el Ministerio de Sanidad ha consensuado con todas las comunidades el cierre del ocio nocturno a partir de ahora.
Así, aunque esa restricción no gustaba a Sanidad porque afectaba negativamente a una actividad económica, tenía un “objetivo claro” y estaba “bien orientada”: evitar la relajación de medidas por la noche y la transmisión del virus, en el que “no nos hemos equivocado”, ha defendido el consejero. Y si se han “equivocado” en el procedimiento o no, es algo que deberán determinar los jueces en la resolución que adopten y que el Ejecutivo va a respetar y acatar.
Sobre los 'botellones' y acerca del 'rifirrafe' entre la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, y el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, tras la petición de la primera al segundo de cierre de playas, plazas o parques por la noche para evitarlos, el consejero ha recordado que ya están prohibido y no habría que tomar “ninguna medida adicional”.
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