“Los padres de esta autonomía somos nosotros y hoy empezamos un nuevo capítulo”, proclama Paula Fernández

Olga Agüero

Santander —
18 de mayo de 2025 17:06 h

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El acto de proclamación de Paula Fernández como aspirante electoral del PRC en las elecciones de 2027 ha sido una reivindicación de la historia del regionalismo, un relato que desde la emoción y el orgullo ha enhebrado un pasado épico -“los padres de la autonomía somos nosotros”, ha proclamado la nueva líder- con el futuro hacia el que camina la nueva etapa. Miguel Ángel Revilla ha apelado a la unidad y a la honradez de un partido “que no tiene ni un solo condenado en 40 años” y Javier López Estrada ha ofrecido su mano: “Torrelavega está aquí para ayudar”.

La vicesecretaria de Organización del partido y diputada regional, que hace dos semanas ganó con el 65,3 por ciento de los votos las primarias a Pablo Diestro, alcalde de Reocín, ha apostado por un regionalismo del siglo XXI “capaz de poner en primera línea de la agenda política la identidad de pertenencia a esta tierra, la defensa de nuestro patrimonio natural, cultural y etnográfico”.

Ante 600 militantes regionalistas, reunidos en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria, ha anunciado su primera iniciativa: la presentación en el Parlamento de Cantabria en las próximas semanas de una nueva Ley que modifique la de Patrimonio Cultural de Cantabria. “Esa norma que los regionalistas hicimos en el año 1998 y que, una vez más, llevará nuestro sello de identidad, fortaleciendo desde nuestro patrimonio inmaterial hasta la protección de los colectivos que trabajan por la salvaguarda nuestra historia”, ha dicho.

“Quieren escribir nuestra historia para dibujarnos como personajes secundarios”, ha dicho Paula Fernández. “Pero nuestra historia no la escriben ellos. La escribimos nosotros. Los mismos que escribimos la de Cantabria. Los padres de esta autonomía somos nosotros. Y hoy empezamos un nuevo capítulo, que será exactamente lo que nosotros decidamos que sea”.

Fernández ha recordado que el movimiento regionalista, ADIC y el PRC, fue el que presionó y reivindicó la autonomía en la calle y en las instituciones: “Fue el regionalismo cántabro el que obligó a los partidos centralistas a unirse, sin esa presión Cantabria no existiría como autonomía”.

“Otros partidos están en Cantabria, pero nosotros somos de Cantabria, ha defendido. ”¿Qué raíces van a tener quienes deciden por teléfono, a 400 kilómetros de esta tierra, qué hay que hacer hoy aquí? ¿Qué saben de nuestras preocupaciones, qué saben de nuestra identidad, si su brújula se basa en encuestas y en qué beneficia a Ferraz o Génova?“.

Fernández ha definido al PRC como un partido de consensos que saldrá a ganar pero que, si es necesario, sumará “hacia el lado que nos garantice el resultado que mejor defienda los intereses de nuestra tierra y de nuestra gente”. “Que nadie se confunda” -ha matizado- “nuestro compromiso no es con siglas, sino con los cántabros”.

Por último, se ha comprometido a dedicar todas sus energías a recuperar el Gobierno de Cantabria: “Los que me conocéis sabéis que para mí no hay descansos, no hay fines de semana, soy como los hospitales de urgencias, 24 horas al día, siete días a la semana, los 365 días del año”.

El símbolo del emboque

El testigo del relevo al frente del cartel electoral del PRC ha sido un emboque. El bolo chico que vale más que sus nueve hermanos mayores ha sido el hilo conductor del acto de proclamación de Paula Fernández como candidata a la Presidencia de Cantabria en 2027. Un símbolo que como una antorcha olímpica los líderes regionalistas se han ido pasando de mano en mano por toda la geografía cántabra.

Una pantalla estaba proyectando en la convención la carrera de relevos. Hasta que llegó a Santander. Entonces se abrió la puerta de la sala, Felipe Piña entró con el emboque en la mano y se subió al escenario que estrenaba imagen corporativa. El logo del partido ha renunciado al rojiblanco de la bandera cántabra y, en contraste con un gris oscuro, ha subido el tono del verde que ahora evoca el color de la hierba tierna, recién nacida en primavera.

Todo eran símbolos para abrir una nueva etapa. Pero el mayor de ellos fue imprevisto. Completamente accidental. Los protagonistas que iban subiendo a hablar iban ocupando posiciones en dos bancos al fondo del escenario, cara al público. Cuando Revilla acabó su discurso -puede que sea la primera vez en 42 años que no cierra un acto de su partido- le sentaron en el banquillo con el resto de los aspirantes. Aguantó un video. Cuando empezó a hablar la nueva candidata abandonó el escenario hacia su asiento en primera fila explicando por gestos que no escuchaba bien.

“Mi nombre os representará a todos”, proclamó Paula Fernández. “Aquí no sobra nadie” y “nuestra fortaleza es la unidad”. La ganadora de las primarias se dirigía así a las diferentes familias regionalistas presentes en el acto que fue un impecable modelo de compañerismo y unidad, en las palabras y en las formas, tanto públicas como privadas.

Javier López Estrada: “Torrelavega está aquí para ayudar”

En el acto se dio voz a nueve protagonistas, desde el militante más joven de 16 años -el lebaniego Ángel Casares- hasta veteranos como el pedáneo de Santullán. También contó su historia Elsa, que llegó a Pedreña por amor y ahora preside la junta vecinal, y Bernardo González, concejal en la oposición en Campoo de Enmedio. Pero, sin duda, el discurso que más expectación levantó fue el de Javier López Estrada. Una intervención sin papeles que construyó sobre dos relatos. Uno, en primera persona. El alcalde de Torrelavega contó que, el día anterior, su hijo pequeño jugó la final de baloncesto en la categoría infantil. Perdió. “Al llegar a casa me dio una lección de vida, cogió el balón y se puso a entrenar”. Puede que gane y pueda que pierda pero lo que tiene que hacer es aprender a ganar y aprender a perder, explicó su padre.

El segundo es la paradoja del barco de Teseo. La historia de un barco al que van cambiando las maderas del armazón que se deterioran con el tiempo. Cuando, después de muchos años, todas habían sido sustituidas comenzaron a preguntarse ¿éste es el mismo barco?. La respuesta está clara: es el mismo barco, proclamó López Estrada, “porque el rumbo es lo que en realidad hace el barco, el destino, los ideales. Lo que hacemos las personas es hacer que el barco flote, pero cuando nosotros no estemos otros tendrán que mantener el rumbo”.

Después, se dirigió a la nueva candidata: “Ahora te voy a dar lo mismo que te hubiese exigido si yo hubiera ganado: te voy a ayudar, te voy a acompañar para que seas la primera mujer regionalista de Cantabria”, brindó.

Críticas al Gobierno de Buruaga

La clave interna ha sido dominante en las intervenciones del acto y la crítica al Gobierno del Partido Popular de Cantabria ha estado presente pero sin ocupar protagonismo. Revilla ha lamentado que a Buruaga “nadie la conoce” en España, y la gente del país continúa “pensando que sigo siendo yo. ¡Dios mío! ¡Me llaman presidente porque no aparece en ningún sitio!”, ha exclamado. Además, ha comparado el Gobierno del PP con el que él presidió, y ha dicho que el actual “no puntúa”, “da pena” y está “sin pulso”.

En paralelo, Paula Fernández ha criticado que el PP “prioriza sus intereses partidistas a los intereses de Cantabria”, mientras que los regionalistas siguen “del lado de esta tierra” y de sus habitantes. “Tuvieron ocho años para calentar motores y en dos no han sido capaces de arrancarlos”, ha denunciado. En su opinión, “no cumplen” con distintas áreas, materias y compromisos, como la sanidad -están “desmantelando” el sistema público y “abandonado” el servicio en el medio rural-, la educación, con los mayores y la atención a la dependencia, con los jóvenes, con el sector primario, los autónomos, las empresas, el turismo ni tampoco “cumplen con aquellos que más necesitan del Gobierno”, caso de las víctimas de violencia de género o quienes se suicidan.

Revilla, en la retaguardia

Son días muy intensos para Miguel Ángel Revilla (Polaciones, 1943). El viernes todos los focos nacionales iluminaron su llegada la juzgado para defenderse de la demanda del rey emérito. Dos días después, en un congreso extraordinario de su partido, ha empezado a bajarse el telón de su presencia política. Después de 42 años al frente del Partido Regionalista de Cantabria, que él mismo fundó, por primera vez ha renunciado a presentarse a las elecciones. Por primera vez, en este acto hubo otra protagonista.

El Paraninfo de la Universidad de Cantabria es un escenario de solemnidad. El lugar que ha elegido el PRC para entronizar a Paula Fernández como sucesora de Revilla en el cartel electoral no puede ser más distinto a los escenarios de romería donde el fundador del PRC –y casi de Cantabria- suele echar sus mítines en comidas populares. Claramente la convención -así han rebautizado lo que primero se anunció como congreso- es un evento orgánico más trascedente y formal, aunque a los postres se regionalizó el evento con el sonido del rabel interpretando un coreado 'Viento del norte'.

Para dar más novedad a un evento sin sorpresas –solo se trataba de oficializar la nueva posición de candidata a la presidencia de Cantabria de Paula Fernández- el PRC ha actualizado su logo. Ha sido un cambio leve en el que suaviza el color verde característico sin que se haya explicado su simbolismo más allá del que se intuye: la heredera de Revilla quiere hacer suyo el partido.

El PRC cierra momentáneamente la primera parte de un proceso superado con menos heridas de las previstas. Aunque después de librar las primeras elecciones internas queda lo más complicado: hacer el relevo, aunque sea parcial puesto que Revilla sigue a los mandos del partido como secretario general hasta final de 2026.

Hasta entonces, más allá de la complacencia exhibida en el escenario y la unidad alrededor de la nueva aspirante, se jugará una especie de prórroga hasta esa fecha mítica en la que, previsiblemente, Revilla se retire definitivamente de escena. Si acaso puede darse esa circunstancia, habida cuenta de que ya, el mayor protagonismo lo juega fuera de casa, en las televisiones, en la órbita nacional. Especialmente ahora que el emérito ha puesto el foco sobre él: “Poco a poco me iréis viendo desaparecer del foco principal del partido, por desgracia no del foco de España porque eso es imposible, no me dejan en paz”.