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Surf adaptado, el deporte en auge para personas con diversidad funcional que ha convertido a un municipio de Cantabria en su capital europea

Juanma y Claudio en la playa de Somo, en Ribamontán al Mar.

Blanca Sáinz

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Es un día típico de Cantabria y la niebla y las nubes invaden la playa de Somo, en Ribamontán al Mar, pese a las buenas temperaturas: “Parece que ya está cambiando el viento, en cuanto se acabe el sur empezará a llover”, anuncian unas surfistas mientras avanzan hacia el agua. En la entrada de la playa, y entre risas y conversaciones técnicas, están Claudio y Juanma acompañados de Pedro, esperando a que arranque la entrevista con elDiario.es en la que hablarán sobre una de sus grandes pasiones: el surf.

Y es que este momento es clave para ellos, ya que Ribamontán al Mar se ha convertido en capital europea del surf adaptado, algo en lo que los tres están metidos de lleno. Comenzando por el primero, Claudio es instructor de este deporte desde hace siete años, aunque ha sido recientemente cuando ha descubierto la modalidad adaptada a personas con diversidad funcional: “Hice prácticas con una asociación de síndrome de down, en Liencres, y fue increíble”, recuerda con entusiasmo. Ahora, da clases a Juanma, un hombre de 35 años que padece ceguera pero que ha hecho de su vida un ejemplo de superación y de demostración de que los límites “están en la cabeza”. “Me dijeron que llevaba surfeando seis meses, y en cuanto le vi encima de la tabla pensé que si seguía a ese ritmo me iba a superar en poco tiempo”, relata Claudio mientras Juanma niega con la cabeza con cierta vergüenza.

La persona que les conectó a ambos fue Pedro Gutiérrez, secretario y director de formación y surf inclusivo de la Federación Cántabra de Surf, y un verdadero apasionado de la práctica de este deporte, “independientemente de las características físicas de cada uno”. Precisamente él es el encargado de explicar a este periódico el proyecto INCLUSEA, presentado por el Ayuntamiento de Ribamontán al Mar y la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte a la Unión Europea, y que consiguió la subvención para la creación de un manual pedagógico con base científica que sirva para formar a los profesionales del surf en discapacidades físicas y sensoriales.

Ahora, gracias a ello el municipio se ha convertido en capital europea del surf adaptado y en 2023 se organizará un gran evento en el que concluirá el trabajo de estos 30 meses. “Nosotros estábamos desarrollando los cursos de monitores y nos dimos cuenta de que prácticamente no hay nada a nivel mundial, y queríamos crear una guía y una metodología común que fuese extensible a todo el mundo para ir todos en la misma línea, independientemente de dónde se esté”, indica.

Esta guía contribuirá a que profesores como Claudio tengan todas las pautas para poder enseñar de forma correcta a alumnos como Juanma, que descubrió su pasión el día de su 'bautismo': “En cuanto salí del agua le dije a Pedro que ya no me iba a sacar de aquí”, señala risueño.

No obstante, sí que reconoce que hay ciertas diferencias respecto a los surfistas sin discapacidad, y es que él requiere de la compañía de un profesor para poder entrar al agua, lo que a su vez supone “cierta logística previa”. “Dependiendo de la discapacidad que tengas tienes unas complicaciones u otras, quizá una persona que va en silla de ruedas tiene complicación para llegar a la playa, entrar y moverse en el agua. E igual yo no tengo esa limitación física, pero todo lo tengo que aprender con lo que me explican, no puedo ir a mi casa y ver vídeos de surf adaptado para captar posturas, movimientos… No tengo referencias visuales, todo lo que aprendo tiene que ser aquí”, reflexiona Juanma como si ya lo hubiese pensado alguna vez que otra.

Así todo, también añade que “nunca” ha pensado que no sería capaz de desarrollar este deporte “porque además de la limitación visual, no tengo nada”. “Realmente solo necesito compensar eso con una persona que me oriente y me guíe en el agua”, insiste de forma sorprendentemente optimista. En esa línea, Claudio cuenta una anécdota que les ocurrió al principio de su aventura como profesor y alumno: “Nos metimos en el mar en un día revuelto, y le dije a Juanma que hoy iba a ser un día que le iba a marcar, y así fue. Después de la clase me reconoció que lo había pasado mal con una ola, y solo le dije: acuérdate de esta experiencia, este es tu límite, pero algún día lo superarás”, recuerda el instructor.

Entretanto, Pedro observa con entusiasmo la conversación entre estos dos hombres que, a la vista está, se han convertido en amigos. Tanto es así que Claudio reconoce que hubo un momento en el que perdió la motivación por surfear, pero ir acompañado de Juanma le ha hecho recuperarla: “Sinceramente… me siento lleno enseñándole”, confiesa.

Ahora, el natural de Zamora (Juanma), reconoce que, gracias a la ayuda de Claudio, ha aprendido a conectar con las olas: “Ya sé leer el mar de otra forma, escuchando más dónde están las rompientes, de dónde viene el viento… A interpretarlo de otra manera. Pero lo mismo te pasa en la vida, al faltarte la vista, aprendes a usar unas referencias que igual el resto no utilizáis, y a vosotros os parece más complicado porque no estáis acostumbrados, pero yo, que lo hago a diario, lo hago igual fuera del agua que dentro”, finaliza antes de adentrarse en el Cantábrico.

Una vez se meten en el agua, cuando se echa un vistazo general al entorno, no es difícil fijarse en una de las playas más grandes de Cantabria y en lo sencillo que es el acceso a la misma para personas con movilidad reducida. “Realmente no hay barreras arquitectónicas en todo el municipio, y la playa está totalmente adaptada. Todo el mundo puede acceder al mar, tenemos pasarelas y ‘anfibuggies’ -un transporte de playa para personas con poca movilidad que les traslada hasta el agua-, esto hace a Ribamontán al Mar mucho más accesible e inclusivo que otras localidades, pero ojalá nos vayan imitando”, cuenta Pedro.

Él, un enamorado de la inclusión en todos los aspectos, cuenta a elDiario.es, ya en la sede de la federación, que está justo al lado de la playa, que todo comenzó con 'Surf a toda costa', un proyecto turístico que fue referente a nivel nacional y europeo en el fomento de este deporte para todos. No obstante, admite que la federación lleva más de diez años trabajando en la formación de los monitores, y, de hecho, en el ciclo final del grado medio hay una asignatura que trata el surf adaptado “porque ya es una necesidad”.

Así que, cada uno a su manera pero con el objetivo conjunto, continuarán contribuyendo a hacer de este municipio de Cantabria de menos de 5.000 habitantes, todo un epicentro del tipo de surf menos reconocido hasta el momento, pero al que, sin duda, le queda un gran recorrido. “Ojalá termine siendo una disciplina mundial y ojalá muchísima gente más se anime a probarlo”, concluye Claudio justo antes de que pare el viento sur y arranque la lluvia en la playa de Somo.

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