La Cabalgata aérea de Alarilla, “única en el mundo”, cumple 30 años

La pequeña localidad de Alarilla (Guadalajara) celebrará en la tarde-noche del 5 de enero, a partir de las 18.30 horas, su ya tradicional Cabalgata aérea que cumple 30 años y que como novedad incorpora talleres para entretener a los más pequeños mientras se dan las condiciones necesarias de seguridad para el vuelo en ala delta de los Reyes Magos.

Se trata de un evento declarado Fiesta de Interés Turístico Regional que congrega cada a año a miles de curiosos que esperan el aterrizaje de Melchor, Gáspar y Báltasar, quienes previamente sobrevuelan el cielo del municipio en ala delta junto con sus pajes reales en parapente, si el tiempo lo permite.

El vuelo se inicia en el paraje de La Muela, un cerro que a lo largo de todo el año recibe a aficionados del parapente que viajan a este pequeño pueblo de apenas 120 habitantes y que se convierte en lugar mágico en la noche de Reyes.

El delegado de la Junta en la provincia guadalajareña, Eusebio Robles, destacaba hace unos días que el hecho de que la provincia de Guadalajara sea cuna de la aviación española tiene mucho que ver en que “100 años después el gusto y el arte de volar siga presente en muchos de nuestros municipios”.

“Es el único lugar en el mundo en el que la llegada de los Reyes Magos se hace volando”, decía Robles. El pueblo se engalana ese día de forma especial con estandartes, banderas y doseles y se encarga de de vestir con luces LED los parapentes o de colocar los focos que alumbrarán la llegada de Sus Majestades.

La Asociación Deportivo Cultural de Alarilla y el pueblo en su conjunto vienen organizando de manera colaborativa esta fiesta que provoca que la población se multiplique por 25 durante unas horas para presenciar una de las cabalgatas más originales que se suceden en la región.

Una vez que aterrizan los Reyes Magos descienden hasta el pueblo por el camino iluminado con antorchas y fuegos artificiales. Con la comitiva real ya en el pueblo, el espectáculo de luz se prolonga con la entrada de los pastores, que portando antorchas guían a los Reyes hasta la plaza Mayor, donde les esperan pequeños y mayores, testigos directos del ofrecimiento de los regalos de sus Majestades al Niño Jesús, presente en el portal.

De manera paralela a la cabalgata, en el pueblo se ofrecen exhibiciones en vivo de oficios artesanos, se comercializan productos artesanos y se suceden degustaciones de alimentos típicos de estas fechas, como castañas asadas, chocolate caliente, bizcochos, caldo o migas castellanas.