'Campos Vivos', un proyecto emprendedor que busca revitalizar la agricultura y el medio rural

‘Campos Vivos’ es el nombre del proyecto puesto en marcha por Carlos Faustino Malo Huerta, un emprendedor de familia de agricultores de Hinojosa, en la Comarca de Molina de Aragón (Guadalajara). Una de las principales reivindicaciones de Carlos es que la agricultura y el medio rural se pongan en valor, y esta es una de las razones de la puesta en marcha de este proyecto, uno de los 15 finalistas de Generación Agro, los premios a la innovación agraria que otorga Castilla-La Mancha Media (CMM) en colaboración con BBVA, la Junta de Comunidades y diferentes organizaciones agrarias.

Este proyecto se está llevando a cabo a pequeña escala en sus tierras y lo está realizando mediante la herramienta de Custodia del Territorio junto con la Asociación Nacional Micorriza. En concreto persigue a través de voluntarios llevar a cabo mejorar ambientales en sus parcelas y así poder beneficiar a la fauna. Hace unos meses celebró una jornada en el campo en la que colocaron posaderos y cajas nido para los mochuelos, porque cada vez hay menos y están intentando que no desaparezcan.

La Custodia del Territorio es un conjunto de estrategias o técnicas jurídicas que pretenden apoyar e implicar a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y uso de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos. Para conseguirlo, promueve acuerdos y mecanismos de colaboración continua entre propietarios, entidades de Custodia y otros agentes públicos y privados. En este caso el acuerdo se ha alcanzado entre Carlos y la Asociación Nacional Mocorriza, una organización sin ánimo de lucro que pertenece a la Custodia.

“En este caso acordamos llevaron a cabo mejoras para la fauna y en concreto para los mochuelos, un ave rapaz nocturna que está en peligro como gran parte de las rapaces”, señala la Asociación. “En sus tierras hicimos unas mejoras para el refugio de fauna, en concreto lo que hicimos fue poner cajas nido y también colocamos posaderos, porque una de las cosas que les suele faltar a los mochuelos es un punto de apoyo”.

“También hemos quitado piedras de mis tierras para construir majanos de piedra que benefician al mochuelo y también he plantado pipirigallo de semilla que lo voy a dejar indefinidamente. Todo ello con la participación de voluntarios para que conozcan mis tierras. Con la agricultura podemos hacer que el campo esté vivo de personas y animales, haciendo entre todos un entorno más sostenible”, explica Carlos. “Queremos intentar hacer cosas útiles para el campo, no dejar que se pierdan las tradiciones de esas zonas, y darle visibilidad a terceros y que la gente sepa que el campo sigue estando vivo”. 

Si hubiera conseguido el premio de Generación Agro habría destinado el dinero para seguir realizando proyectos en este ámbito. Carlos Faustino también puso en marcha desde 2012 hasta 2016 otra iniciativa ‘El Ajedrez más grande del mundo’, con la que también reivindicaba el trabajo del campo. “Además de que es una actividad lúdica y única, también queríamos poner de manifiesto que desde el campo podemos jugar a juegos lúdicos e intelectuales, como es el ajedrez, pero lo hacemos a lo grande”.