Palabras Clave es el espacio de opinión, análisis y reflexión de eldiario.es Castilla-La Mancha, un punto de encuentro y participación colectiva.
Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de sus autores.
Me llamo David, tengo 27 años, soy natural de Tarancón y llevo casi una década fuera de Cuenca. Y como yo, que actualmente me encuentro exiliado en el barrio de Carabanchel, más de la mitad de los conquenses vivimos fuera de nuestra provincia.
Es por ello por lo que cuando escucho a José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente primero del Gobierno regional, decir que el Ejecutivo liderado por el señor García-Page, l’enfant terrible del PSOE, ha conseguido revertir la despoblación en amplias zonas de Castilla-La Mancha, siento una mezcla entre frustración y asombro.
Frustración porque sé que no es cierto. La provincia de Cuenca puede que, en el cómputo global, gane población, pero de forma profundamente desequilibrada. Cuenca capital, centralizada, ciudad de funcionarios y papeles, a la que la inmensa mayoría de los conquenses solo vamos de médicos, como la Vetusta de Clarín. Tarancón, engullida por la macrocefalia de Madrid, pero sin los beneficios de sus servicios. Y el sur, cuyos réditos quedan en Albacete.
Y asombro porque me parece increíble el alejamiento del señor Guijarro con una provincia que conoce muy bien.
Parémonos a pensar. ¿Qué ha sucedido en Cuenca en estos últimos diez años? Decía también el señor Guijarro que han estado marcados por la recuperación de derechos. Supongo que entiende como tal condenar a toda la provincia al transporte por carretera clausurando el ferrocarril convencional. Un saludo al señor López Carrizo, alcalde de Tarancón, que cambió de opinión en el tema de la noche a la mañana o según le llamase alguien que mandase más que él.
Recuperar derechos será que la Junta de Comunidades no se niegue a que desaparezcan las paradas de autobús en más de 50 localidades en Cuenca, como se aprobó hace poco en la Ley de Movilidad Sostenible, con la luz verde de García-Page. O centralizar aún más la sanidad con un nuevo hospital universitario que me venden como la panacea, pero que realmente es más de lo mismo respecto al Virgen de la Luz. U obligar a toda la provincia a echarse en brazos de industrias extractivas y contaminantes mediante un plan de biometanización que ha redactado la principal empresa interesada en ello, para que luego digan que el poder económico no corrompe al político. Empresa, dicho sea de paso, financia las campañas del PSOE castellanomanchego.
Supongo que será recuperar derechos despilfarrar el dinero de todos en chorradas como el Bosque de Acero o en infraestructuras tan necesarias como la residencia de Beteta, que sigue paralizada tras 12 años y siete millones de euros. Supongo que será recuperar derechos que sigamos esperando la autovía Cuenca-Teruel. Recuperar derechos es que los vecinos de Almonacid del Marquesado soporten el mayor vertedero de España, investigado por la justicia (un saludo al Sr. Chana, aquí hay para todos) o que los de Tarancón huelan a cerdo, por los más de 10.000 diarios que se sacrifican.
Recuperación de derechos será que se supriman las ayudas a los autónomos en las zonas despobladas y nadie diga nada. Recuperación de derechos, válgame el cielo, será la opacidad en la que viven ayuntamientos como Enguídanos, Carrascosa de la Sierra o Cueva del Hierro, donde en muchas ocasiones ni Plenos se celebran ni hay Secretarios municipales. O que en Masegosa teman incendios forestales en El Brezal y nadie mueva un dedo. Recuperación de derechos será que, cada vez que vuelvo, según pasa el cartel de 'Bienvenidos a Castilla-La Mancha' y se entra en el término de Belinchón, sólo se vea un mar de placas fotovoltaicas. Un saludo al Sr. López Castejón, que será del otro partido, pero es más de lo mismo.
Y ese en parte es el gran problema de esta provincia. El carácter sufridor y el aguante de Castilla, que se limita a decir '¡ea!' y seguir para adelante, porque es lo único que conocemos, porque es como se nos ha condenado a ser. Yo estoy harto, quiero volver y escarbar la tierra con los dientes como decía Miguel Hernández. Quizá por eso me postulé para ser el coordinador provincial del Movimiento Ciudadano Cuenca Ahora.