La Policía Nacional ha detenido en Ciudad Real a una mujer a la que se le imputa un delito de atentado a funcionario público, en este caso, a personal sanitario en el ejercicio de sus funciones, al haber agredido a una médica del servicio de urgencias de Punto de Atención Continuada (PAC) de Pío XII.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado día 4, cuando la ahora detenida se presentó en el servicio de urgencias acompañando a un familiar a la consulta, informa la Policía.
Según manifiesta la víctima en su denuncia, esta acompañante en todo momento discrepaba de la praxis médica, exigiendo que a su familiar le realizasen más tipos de pruebas; en un momento dado, la autora de los hechos se acercó a la médica y, por encima de la pantalla protectora, le propinó un fuerte bofetón, causándole lesiones leves en el labio y en el pómulo, abandonando inmediatamente la consulta junto a su familiar y otra persona que las acompañaba.
Tras visualizar las cámaras de vigilancia existente en el PAC, la Policía Nacional logró identificar a la autora de la agresión, procediéndose a su detención por un delito de atentado a funcionario público.
Ayer tanto el Colegio de Médicos, como el Colegio de Enfermería y el Ayuntamiento de Ciudad Real condenaron los hechos. Hoy lo ha hecho el sindicato médico, CESM Castilla-La Mancha. “Queremos expresar nuestra más firme condena, pero también alzar la voz con rotundidad ante la reiteración creciente de estas agresiones, que dejaron de ser hechos aislados para convertirse en una escalofriante rutina en nuestros centros sanitarios”.
El sindicato médico cree que “no bastan las condenas formales. El SESCAM y las autoridades competentes deben adoptar, de una vez por todas, las medidas necesarias para proteger a sus profesionales” y, en este aspecto, denuncia “la falta de reacción eficaz ante una situación que pone en riesgo no solo la integridad física y psicológica de los profesionales de la sanidad, sino también la calidad del sistema público de salud”. También reclama “medidas urgentes”, que pasan por reforzar la seguridad en todos los centros de salud, consultorios locales y PAC, con presencia física de personal de vigilancia en turnos de alto riesgo (noches, fines de semana y festivos).
Además, sugieren “protocolos ágiles y protección jurídica real, con respaldo institucional automático a cada profesional agredido” y campañas públicas de concienciación que denuncien el maltrato al personal sanitario y visibilicen la gravedad del problema.
Hoy se ha conocido también otra agresión, en este caso a un enfermero, que se produjo el pasado 3 de julio en la localidad toledana de Madridejos, según ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).