La Junta adapta la normativa del Toro de la Vega de Tordesillas para autorizarlo sin matar al animal

El 13 de septiembre de 2016 Tordesillas vivía su primer año sin el Toro de la Vega como conocían. Ese año, la Junta de Castilla y León aprobó un decreto ley que prohibía matar a los astados en los espectáculos taurinos. Con esta normativa, el Ejecutivo autonómico modificaba las reglas de este tipo de torneos e hizo que la Villa del Tratado tuviese que realizar un encierro similar pero sin la muerte de la res en público en el paraje conocido como 'La Vega'. Nacía el Toro de la Peña como un encierro en el que no se podía alancear, ni a pie ni a caballo, al animal, como se venía haciendo desde siglos atrás, desde la Edad Media en la que se conservan las primeras menciones.

Este viernes,  la Agencia de Protección Civil y Emergencias de la Junta de Castilla y León ha adaptado las Bases Reguladoras del festejo taurino tradicional Toro de la Vega' para autorizarlo sin matar al animal sobre el terreno. Eso sí, sin quitar la vida pero sí que sufrirá daños el astado, ya que esta modificación establece “la imposición de una divisa con un nuevo punzón que evita la sangre hacia el exterior”, como ha explicado en un comunicado el Gobierno autonómico.

Según el Ejecutivo autonómico, se va limitar el número de torneantes “a cincuenta” y “el número de divisas que se pueden colocar a siete”. Asimismo, “el vencedor” será el participante que consiga colocar “la divisa en la espalda del toro, entre el morrillo y el brazuelo”.

En la misma nota de prensa, la Junta de Castilla y León ha recordado que desde 1999 el festejo del Toro de la Vega está declarado como “tradicional” y han explicado que, como está en sus bases, éste “es un enfrentamiento entre el hombre y el toro, en el que el hombre va armado con una lanza y el toro con sus defensas naturales”.

Desde que se cambiase la legislación de los festejos taurinos en 2016, en Tordesillas se han mostrado agraviados en su defensa de su tradición llevando a hasta el Tribunal Constitucional esta cuestión. En 2019 la Justicia fue clara en cuanto a la nueva normativa: No se podía matar al toro en la Vega.

En enero de 2022, el Ayuntamiento de la localidad vallisoletana daba 'luz verde' a una modificación sustancial de la 'Ordenanza del Toro de la Vega' para crear un 'nuevo' torneo en el que el toro de lidia no muriera pero sí que hubiese algo más parecido al original.

Ese mismo mes, el alcalde la villa, Miguel Ángel Oliveira, en declaraciones recogidas por EFE, defendía que la normativa “prohibía la muerte del toro pero nunca al torneo porque la norma no se hizo para el Toro de la Vega sino para todos los espectáculos taurinos tradicionales” . Este cambio atendía al derecho de Tordesillas a recuperar su tradición a través de un procedimiento “perfectamente regulado y escrupuloso” con la ley autonómica, como aseguró el regidor.

Validado el proceso, la herramienta que se va a utilizar ahora para herir al toro será un “arponcillo' de no más de tres centímetros de largo con que se quedará en la piel del animal fijado, de la misma forma que las divisas que se pueden en los astados ver en las corridas o novilladas. En palabras del propio edil, con este método, la res no recibirá ”daño ni sufrimiento“ debido al espesor de la piel de la zona a atacar.

Esta modificación y permisión del Toro de la Vega, choca de frente con la postura de los animalistas. Desde Pacma, que han anunciado movilizaciones si se realiza, han asegurado que pese a que la res no muera sobre el terreno no se recoge su posterior muerte “en privado, de formas que ni siquiera serían expuestas a la opinión pública”. Asimismo, el uso de esta nueva fórmula, que sustituye a las típicas lanzas 'hoja lanceolada' de 2,50 metros como máximo y de 3 a 5 centímetros de diámetro, también “provoca dolorosa heridas internas y daños en su organismo”.

Becas de investigación de la tauromaquia

La decisión de permitir que el toro pueda volver a sufrir heridas durante su suelta por la Vega de Tordesillas, ha sido tomada por el Pleno de la Mesa de la Tauromaquia de Castilla y León, presidida por el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, quien ha reafirmado su intención de potenciar la promoción de la tauromaquia con, entre otras medidas, una convocatoria de varias becas de investigación que se centren en el carácter científico e histórico de la lidia.