Unión por la Ganadería suspende los boicots y protestas por el control de la tuberculosis en Castilla y León

EFE

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Unión por la Ganadería, la agrupación que organizó la protesta ganadera de este lunes en Salamanca, ha anunciado oficialmente este viernes que suspende los boicots y protestas que había previsto iniciar el 12 de junio para pedir que se flexibilicen los controles de la tuberculosis bovina.

“La Consejería nos ha dicho que va a intentar hacer algunos cambios y en el Gobierno central está todo pendiente del nuevo Gobierno que salga de las elecciones del 23 de julio”, ha explicado a EFE el presidente de la agrupación, Juan Luis Delgado.

En lugar de las protestas, los ganaderos salmantinos iniciarán una serie de acciones para promocionar la carne de sus vacas, “para mejorar la imagen ante la mala información que se ha creado” esta semana.

Así, en lugar de movilizar a los ganaderos para paralizar los saneamientos de los veterinarios de la Junta y las ferias ganaderas, Unión por la Ganadería promoverá en las próximas semanas degustaciones de carne gratuitas y otros actos similares.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, le prometió este jueves al sector primario ayudas en este año especialmente difícil pero siempre dentro de la legalidad española y europea, mientras que Vox, que tiene la Consejería de Agricultura, ha prometido que un Gobierno central PP-Vox tras el 23 de julio sí podría flexibilizar los protocolos, algo que contravendría la normativa europea.

Preocupación entre los veterinarios

El clima en el campo salmantino es especialmente tenso desde la protesta ganadera del 5 de junio que derivó en el intento de entrar por la fuerza en la sede de la Junta en Salamanca y se saldó con un ganadero herido por un agente y otro detenido por agredir a un policía.

“Nuestros afiliados están francamente preocupados ”, ha indicado a EFE el presidente del Sindicato de Veterinarios de Castilla y León SIVECAL, Manuel Martínez.

En medio del revuelo, los veterinarios tienen que seguir yendo a las fincas de la provincia de Salamanca a hacer los saneamientos, las pruebas de control de la tuberculosis bovina.

La dinámica es siempre igual: se desplazan dos veterinarios o un veterinario y un auxiliar, después de haberle avisado al ganadero, cuya anuencia y colaboración es “imprescindible”.

“Sin la anuencia no entramos, el ganadero nos tiene que facilitar el acceso y ayudar con el manejo de los animales. Y en general los ganaderos son muy colaboradores y participan activamente de este proceso, aunque les suponga molestias e incluso tener que contratar a una persona para que les ayude”, ha explicado Martínez.

Ya ha ocurrido, aunque es “muy infrecuente”, que algún ganadero se niegue por alguna razón a dejar practicar el saneamiento, un escenario en el que el equipo de la Junta simplemente se va y levanta un acta para que se tomen las medidas correspondientes.