Uno de los elementos más utilizados por los defensores del Brexit ha sido la amenaza migratoria. Y es cierto que el Reino Unido ha sido uno de los países europeos con un mayor flujo migratorio desde que empezó la crisis. En la tabla adjunto, con datos de Eurostat para el periodo 2007-2014 se puede apreciar comparado con otros países.
En valores absolutos, el país que más migración recibió fue Italia, que solo en 2013 acogió a más de un millón de personas (1.183.000). En segundo lugar viene Alemania, que, en todo caso, compensó la caída del crecimiento vegetativo interno, y después el Reino Unido que, manteniendo un crecimiento interno de magnitud parecida, incrementó su población en un 5,37%; por debajo de países como Suiza, Noruega y Suecia.
En valores relativos, la presión migratoria al Reino Unido fue del 2,8%, por debajo de la conocida por Austria, Bélgica, Suecia, Italia y Noruega. No parece, pues, que haya ningún factor objetivo diferencial que explique la mayor prevención británica por un alud migratorio.
Merece la pena destacar, además, el caso de Alemania y su dependencia de los flujos migratorios para mantener su nivel poblacional; ¿Una razón objetiva tras la cual se esconde la mejor predisposición de Merkel para acoger refugiados?
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