El Diari del Treball es un blog con voluntad de reflejar, tanto desde la información como la opinión, la lucha por preservar los derechos laborales y económicos que la crisis pone ahora en peligro. El blog está coordinado por el periodista Tomeu Ferrer.
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La reforma laboral ha encendido más los conflictos en las empresas. Ahora los enfrentamientos son a todo o nada y la resistencia, más dura. Así es la huelga indefinida convocada por las asambleas de trabajadores de Hewlett Packard (HP). Cuando se inicia el cuarto día de paro, el conflicto amenaza con enfrentar a la multinacional con algunos de sus clientes, según han manifestado dirigentes sindicales consultados. La tensión no se detiene porque ha trascendido que las empresas clientes de HP en España han hecho llegar su malestar a la compañía por los daños y perjuicios que pueda causar la huelga a sus servicios informáticos. Las amenazas llegarían hasta el planteamiento de rescindir contratos, lo que afectaría a la supervivencia de la compañía.
De momento consta el enfado por el empeoramiento del servicio por parte de algunos clientes entre los cuales estarían, según se ha mencionado en las asambleas de trabajadores, sociedades como Gas Natural, el RACC y Banco Sabadell. Además, el nerviosismo afectaba también a Caixa Bank, que el miércoles había previsto realizar una simulación de la integración informática entre la matriz y el absorbido Banco de Valencia.
En este punto, los sindicatos se sienten reforzados por la respuesta de la plantilla. La huelga ha afectado a la mayoría de los trabajadores de los centros que HP tiene en toda España. La presencia de los empleados en los piquetes ha sido también nutrida y la moral está alta. Quizás en esta determinación juega un papel la insinuación empresarial de echar hasta 400 personas en un grupo con números negros.
Las negociaciones siguen bloqueadas
El contacto mantenido la tarde del miércoles en Madrid entre representantes de los sindicatos y la dirección de la multinacional informática no desbloqueó la situación. La empresa ofreció sólo ligeros cambios en su proyecto de aplicar el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, lo que supone abordar directamente las condiciones salariales y de trabajo de los empleados. Los sindicalistas reclaman simplemente que se eche atrás la medida. Son conscientes de que el inicio del conflicto cuestiona la viabilidad de la empresa que, por otra parte, tiene en estos momentos beneficios.
Por este motivo, antes del inicio de la tercera jornada de huelga este diario supo de un intento de contacto directo entre representantes de las asambleas y la dirección de la multinacional en España, representada por José Solbes. Se quería evitar que los piquetes fueran a manifestarse ante la sede de La Caixa, en las torres de la Diagonal de Barcelona. La respuesta empresarial fue negativa. Rechazó el contacto directo y fijó como único interlocutor al responsable de relaciones laborales.
La reforma laboral ha encendido más los conflictos en las empresas. Ahora los enfrentamientos son a todo o nada y la resistencia, más dura. Así es la huelga indefinida convocada por las asambleas de trabajadores de Hewlett Packard (HP). Cuando se inicia el cuarto día de paro, el conflicto amenaza con enfrentar a la multinacional con algunos de sus clientes, según han manifestado dirigentes sindicales consultados. La tensión no se detiene porque ha trascendido que las empresas clientes de HP en España han hecho llegar su malestar a la compañía por los daños y perjuicios que pueda causar la huelga a sus servicios informáticos. Las amenazas llegarían hasta el planteamiento de rescindir contratos, lo que afectaría a la supervivencia de la compañía.
De momento consta el enfado por el empeoramiento del servicio por parte de algunos clientes entre los cuales estarían, según se ha mencionado en las asambleas de trabajadores, sociedades como Gas Natural, el RACC y Banco Sabadell. Además, el nerviosismo afectaba también a Caixa Bank, que el miércoles había previsto realizar una simulación de la integración informática entre la matriz y el absorbido Banco de Valencia.