La dirección de Panrico afloja la presión y reduce hasta 745 el número de despedidos que tiene previsto aplicar en sus fábricas. Si a mediados de octubre la pretensión era echar a 875 personas, ahora, después de semanas de huelga y de presiones sindicales, la empresa ha flexibilizado su posición, según fuentes sindicales. Cabe recordar que al inicio del proceso la intención era que la cifra de bajas fuera de 1.040 personas.
La posición de la empresa, sin embargo, no es definitiva, según fuentes de CCOO. La negociación debía terminar el pasado jueves y ha continuado también este viernes, alargando el plazo fijado por la empresa. En todo caso, sea cual sea la posición final la respuesta de la plantilla deberá debatirse en las asambleas de trabajadores de todas las factorías del grupo. A pesar del interés de la empresa por terminar rápido el proceso de reconversión, legalmente se puede negociar hasta el 21 de noviembre.
La fábrica de Santa Perpètua de la Mogoda sería, según las estimaciones iniciales, la que sufriría el mayor recorte en su plantilla en números relativos. La propuesta es despedir a 159 personas de las 351 que trabajan en Cataluña. La razón aducida por la empresa es que en esta planta es donde se dan los costes laborales más altos.
Sólo 62 empleados en Santa Perpètua
Los trabajadores que hace semanas que mantienen la huelga indefinida en Santa Perpètua responden a las intenciones de la empresa con dos datos. Uno es que hace dos años ya se produjo un recorte de hasta el 20% de los salarios de los trabajadores de la planta catalana, lo que hace que, por ejemplo, un operario con 38 años de antigüedad esté cobrando netos 1.500 euros al mes. La segunda razón afectaría a la viabilidad de la fábrica, ya que quedaría sólo con 62 trabajadores en las áreas de producción y mantenimiento y con una producción centrada en sólo Donuts.
En cuanto a los recortes salariales, la nueva posición de la empresa es aplicar una reducción global del 25%. Esto supone también una rebaja con respecto a las cifras iniciales, que superaban el 35%. En este sentido, la pretensión de la sociedad que preside Carlos Gila es aplicar en la fábrica de Santa Perpètua de la Mogoda un recorte mayor, del orden del 32%. Esto lo justificaban en la mesa de negociación en la más elevada retribución que cobran los trabajadores de esta fábrica, que sitúan en un abanico de entre 23.000 y 25.000 euros al año.
Reacción de los trabajadores
La plantilla de Santa Perpètua de la Mogoda ha sido la que ha reaccionado con mayor contundencia primero al impago de la empresa y luego al anuncio de reducción de personal. Los trabajadores decidieron mayoritariamente hacer huelga indefinida, posición que no fue secundada por las otras plantas, que condicionaron su respuesta al resultado de la negociación. En el caso de la fábrica de Paracuellos, la decisión fue de hacer huelga pero al término del proceso negociador, en caso de que no fuera satisfactorio para los trabajadores.