Tercera semana con toque de queda en Catalunya. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha autorizado la prohibición de la movilidad entre la 1:00 y las 6:00 de la mañana solicitada por el Govern hasta el 6 de agosto para frenar el avance de la pandemia. La medida afecta ahora a 162 poblaciones, tres menos que la semana pasada, aunque se verán igualmente afectados más de seis millones de catalanes, el 80% de la población.
Los jueces también han avalado la prórroga por siete días de la limitación de reuniones a 10 personas y el cierre de toda actividad a las 00:30 horas, restricciones que el Govern planea alargar todo el verano. Según el TSJC, las medidas restrictivas planteadas por la Generalitat para evitar las concentraciones en el espacio público resultan “necesarias, y las más idóneas y eficaces” para atajar la transmisión del virus “en términos que permitan mantener y en lo posible recuperar la funcionalidad del sistema sanitario”.
Los municipios que estrenarán toque de queda esta madrugada de viernes son Abrera, Capellades, Esparreguera, La Garriga, L'Ametlla del Vallès, Navarcles, Sant Esteve Sesrovires, Sant Joan de Vilatorrada, Santa Eulàlia de Ronçana, Sant Vicenç de Castellet, Ullastrell (Barcelona), Figueres (Girona), Amposta, L'Arboç, Roda de Berà (Tarragona), Alpicat y Solsona (Lleida). Todos ellos han superado en la última semana una incidencia acumulada de 400 casos por cada 100.000 habitantes, el indicador que usa el Govern para incluir a una población dentro del toque de queda.
En cambio, dejarán de tener confinamiento nocturno Igualada, Gelida, Matadepera, Navàs, Sitges, Sant Feliu de Codines, Súria (Barcelona), Caldes de Malavella, Castell-Platja d'Aro, Puigcerdà, Roses, Salt, Sils, Vilafant (Girona), Calafell, Constantí, Torredembarra (Tarragona), Alcarràs, Tàrrega y Tremp (Lleida). Se mantienen dentro del toque de queda Girona, Lleida, Tarragona, Barcelona y las principales ciudades de su área metropolitana.
Remarca el TSJC que “no cabe duda” de que Catalunya se encuentra en una situación de “riesgo inminente y grave”, especialmente por la capacidad de transmisión de la variante Delta, que ya supone el 85% de los casos en esta comunidad y que comporta un “mayor riesgo” para personas con una sola dosis de vacuna, que son la mayoría de los menores de 50 años y especialmente los de la franja más afectada por la quinta ola, de 16 a 29 años, con un 8,1 % de vacunación, que incluso llegan a contagiar a personas con pauta completa.
“Esas medidas no son de mera conveniencia, pues, en este momento, no se advierte qué otras medidas puedan adoptarse para atajar la progresión del virus en el breve plazo del que se dispone en la situación epidemiológica y asistencial actual para evitar el colapso del sistema sanitario”, advierten los jueces, que consideran necesarias las restricciones de reuniones y movilidad habida cuenta de que todavía no se ha alcanzado la inmunidad de grupo.
A partir de los datos aportados por la Generalitat en su informe remitido al tribunal, la sala concluye que la mejoría en las dos últimas semanas con estas restricciones vigentes ha sido “notable”, pero advierte de que la alta incidencia en los más jóvenes se ha ido trasladando a los mayores “más vulnerables”, con mayor riesgo de ingresos hospitalarios. Los jueces subrayan que se ha detectado un “incremento paulatino” de la edad media de los hospitalizados por covid, que han pasado de 55,6 años de media en planta y de 53,1 en las UCI el 19 de julio, a una media de 59,9 y 54,6 el 26 de julio.