Fèlix Millet entra en prisión transportado en ambulancia desde el TSJC
Fèlix Millet en ambulancia y Jordi Montull en un furgón de los Mossos d'Esquadra. Los dos exresponsables y saqueadores del Palau de la Música han ingresado este lunes pasadas las 18:30h. en la prisión de Brians-1 para cumplir con la prisión provisional y sin fianza que ha ordenado la Audiencia de Barcelona, tal y como pedía la Fiscalía. Una imagen histórica, pero cuestionada por sus defensas y por la acusación popular de la causa que ejerce la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB).
¿Qué pasará ahora con Millet y Montull? Los dos condenados no convivirán con los demás presos preventivos del centro de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) inmediatamente, explican fuentes jurídicas. Ambos estarán un mínimo de 48 horas en el módulo de ingresos de Brians-1, ya privados de libertad pero todavía sin estar recluidos con los demás internos.
En este módulo de ingresos, indican las mismas fuentes, Millet y Montull serán examinados por un equipo médico y psicológico, que estudiará la manera más adecuada para que ambos cumplan con la prisión provisional: en el módulo de preventivos de Brians-1, en otro centro penitenciario o en la enfermería de la cárcel.
Esta última opción no es del todo descabellada dada la avanzada edad y los problemas de salud de ambos condenados. Millet va en sillas de rueda por una enfermedad de los huesos de la espalda y Montull padece una dolencia cardíaca. Millet ha sido trasladado a la prisión desde el Palacio de Justicia de Barcelona en una ambulancia medicalizada, mientras que Montull lo ha hecho en un furgón policial.
Los exmandamases del Palau empezarán a cumplir esta noche con las respectivas condenas de nueve años y ocho meses y siete años y medio de prisión que les impuso la Audiencia de Barcelona por los delitos de malversación, falsedad documental y contable, delito societario, apropiación indebida, tráfico de influencias, blanqueo y delito contra la hacienda pública. El tribunal les consideró culpables del saqueo del Palau y de ser los intermediarios para que Convergència cobrase 6,6 millones de euros en comisiones ilegales, de las que se quedaban una parte, tal y como ambos confesaron durante el juicio.
En los nueve años de instrucción del caso, el primer juez que investigó el caso Palau se opuso a la petición de la Fiscalía para que los saqueadores confesos del auditorio entraran en prisión. Millet y Montull sí pasaron trece días en la cárcel en 2010, pero por el caso del Hotel del Palau. Ahora, una vez dictada la sentencia en primera instancia y mientras el Tribunal Supremo no resuelva los recursos, la Audiencia de Barcelona ha ordenado prisión provisional al apreciar riesgo de fuga de los dos condenados.
La defensa de Jordi Montull ha cargado contra la decisión judicial. “Es una pena anticipada como la copa de un pino”, ha exclamado el abogado Jorge Navarro, que ha valorado que con el ingreso en prisión de los saqueadores confesos del Palau la justicia tiene “la foto que tenía ganas desde hace mucho tiempo”.
No sólo las defensas se han opuesto a la prisión provisional. “Por muy bajas sensaciones que tengamos hacia los condenados, no podemos extender una medida tan excepcional como la prisión provisional”, ha argumentado el letrado de la FAVB, Àlex Solà.
Por contra, la sección 10 de la Audiencia de Barcelona, en sendos autos, ha considerado que Millet y Montull podrían fugarse para no cumplir con la sentencia definitiva del Supremo, lo que ha motivado su ingreso en prisión provisional. En el caso de Millet, porque sus dos hijas viven en el extranjero, una situación que, para los magistrados, “podría facilitar la huida” del expresidente del Palau.
Además, los togados han expuesto que los bienes que Millet y Montull han puesto a disposición de la justicia “no alcanzan” a cubrir el importe de más de 20 millones que deben pagar en concepto de multas a indemnizaciones para devolver el saqueo. En consecuencia, sus propiedades “no comportarían un verdadero arraigo” en Catalunya en caso de que el Supremo ratifique la sentencia de la Audiencia de Barcelona.
