PERFIL

Montse Bassa, hermana de una presa y voz de la ERC enfadada

No todo en ERC es como Gabriel Rufián. El líder del grupo republicano en el Congreso, aunque respetado por el conjunto de la formación, se alinea con la corriente que apuesta con claridad por pactar con el PSOE y hacer alianzas con las izquierdas no independentistas, tanto fuera de Catalunya como dentro. Pero existe una parte de la militancia republicana que, si bien comulga con esa posición por razones estratégicas, también le cuesta tender la mano hacia Pedro Sánchez y el socialismo. Un sentimiento al que este martes ha puesto cara en la tribuna de la Cámara Montse Bassa (Torroella de Montgrí, Girona, 1965), quien ha explicado que daría una abstención haciendo “gestión de la rabia”.

Montse Bassa se define a sí misma como “hermana de una presa política”. “Yo soy la Montse pero en realidad a quien represento es a la Dolors, mi hermana. Es ella quien debería estar aquí y no yo. Ella está aguantando esta farsa de juicio y esta ignominia de prisión”, decía la hoy diputada en marzo pasado, cuando se presentaba antes las bases de Esquerra para dar por primera vez en su vida el salto a la política.

Con aquella decisión, Montse emulaba una vez a su hermana mayor. Nacidas en la localidad gerundense de Torroella de Montgrí con seis años de diferencia, en una familia donde pronto faltó el padre y más adelante un hermano intermedio entre las chicas, ambas estudiaron carreras relacionadas con la educación y acabaron dedicándose a la enseñanza. El núcleo familiar formado por las tres mujeres, con las dos hijas y la madre, siempre se mantuvo muy unido. En lo único que la hermana pequeña no siguió los pasos de la mayor fue en la vena de la última por la política institucional.

Dolors, mujer de firmes convicciones de izquierdas, se vinculó en el año 2000 a la UGT, sindicato en el que ya no dejaría nunca de militar y del que acabaría siendo secretaria general en la provincia de Girona. Tardaría más en dar el paso a la política activa, siete años, cuando se presentó en las listas municipales de ERC en su municipio natal, en el Baix Empurdà. Allí sería edil durante dos legislaturas, hasta que Oriol Junqueras la fichó para el nuevo gobierno que estaba a punto de formar en coalición con Convergència, reservando para la sindicalista la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales.

La mayoría de los cargos de ERC conocieron a Montse Bassa a los pocos días de que encarcelasen a su hermana. La hoy diputada, activa desde joven en los movimientos de base del independentismo y militante de la ANC durante los años álgidos de la movilización del procés, había formado la Associació Catalana pels Drets Civils, para dar voz a los familiares de los políticos encarcelados y que habían abandonado el país. Ella era una de las voces más activas, sobre todo en la zona de Girona.

Sergi Sabrià, portavoz de ERC en el Parlament y político proveniente de la misma comarca que las hermanas Bassa, el secretario de organización del partido, Isaac Peraire, y otros jefes de la formación, van coincidiendo con la hermana de la exconsejera encarcelada en varios actos de corte antirrepresivo. En el partido la recuerdan desde el principio como una mujer destacada por su determinación y su estilo directo.

Así fue como el nombre de la profesora y hermana de la exconsellera acabó siendo propuesto por un alcalde gerundense, después de que Sánchez optara por convocar las primeras elecciones generales de 2019. “Aunque apenas tenía tres semanas para preparar una campaña, ella desde el principio se mostró dispuesta. Pero quería tener antes el aval de su hermana”, explica un dirigente republicano que siguió de cerca las gestiones del fichaje de la segunda Bassa.

“Con el partido nos entendimos desde el principio. Me llamaron para proponérmelo y solo tenía dos días para decidirlo porque se cerraban las listas. Pero yo tenía que hablar con mi hermana antes, y tenía que ir a la cárcel de Alcalá Meco a visitarla. Fue bonito el detalle que había tenido Esquerra cuando por fin hablé con Dolors y me dijo que ya se lo habían dicho desde el partido antes de proponérmelo”, rememora la diputada Montse Bassa.

Este martes, en la segunda jornada de la investidura de Pedro Sánchez, en la que el socialista ha resultado reelegido presidente del Gobierno con la abstención de ERC, la hermana de la presa ha subido al atril y ha lanzado una carga contundente contra los socialistas. “Si los presos políticos están en la cárcel es porque ustedes quieren que estén allí. Ustedes también son verdugos porque está en su mano cambiar las leyes”, ha lanzado a la bancada socialista, ataviada con una camiseta con el rostro de su hermana y de Carme Forcadell.

En el mismo tono contundente, la portavoz ha acabado su discurso explicando que si bien la indignación le llevaría a votar un 'no' “a un PSOE ”cómplice de la represión“, lo que su hermana y el resto de presos de ERC le transmiten cuando los visita es que apuesten por el diálogo y por la ”resolución del conflicto“ en una mesa de negociación. Así ha justificado Bassa la apuesta de su partido por permitir la investidura de Sánchez, quien se ha comprometido a abrir un diálogo con la Generalitat en 15 días.

El discurso tan áspero ha sido muy comentado en las tertulias y redes sociales. Ella sin embargo reconoce que tenía ganas de pronunciarlo. “Desde hace mucho tiempo tenía ganas de mirarles a los ojos y explicarles las consecuencias de sus mentiras. Y se me han quedado cosas por decir”, asegura Bassa en conversación con eldiario.es. La diputada entiende que tan importante como mostrar su rabia era ser capaz de canalizarla hacia algo constructivo, como en su opinión es la apuesta por una mesa de negociación entre gobiernos.

Rabia es la palabra que ella pronuncia una y otra vez. Rabia por tener que visitar la cárcel cada semana, por un juicio que considera que no fue justo o por una pesada condena de 12 años que ninguna de ellas se esperaba. “En la sentencia llegaron a poner que mi hermana era la consellera de Educación, cuando lo era de Trabajo y Asuntos Sociales. Y eso en los hechos probados”, destaca.

En contra de lo que diversas voces destacaron tras escucharla, Montse Bassa no considera que su discurso sea diferente al de Rufián. “Decimos lo mismo, Gabriel Rufián en la última intervención tiró de hemeroteca para decirle al PSOE de lo que eran responsables. Y nos llevamos perfectamente, de hecho fue él quien me propuso hacer yo la intervención”, destaca la diputada. Montse Bassa cree que los medios tratan de proyectar una imagen de ERC y de Rufián que no se corresponde con la realidad.

Otras voces de la formación sí aceptan que la de Bassa y la de Rufián son expresiones que pueden sonar diferentes, pero destacan que lo son “de las mismas ideas”. “Es importante que se entienda que en un partido como ERC caben ambas y que son complementarias”, asegura un dirigente de la formación, que considera que el mínimo que comparte cualquier votante de Esquerra es la sensibilidad respecto a los presos. “No creo que haya ni uno solo de nuestros votantes que no haya entendido la rabia que hoy ha expresado Montse Bassa”, explica su compañero de formación.