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Tres claves sobre el colapso en las urgencias de los hospitales catalanes

Hospital del Mar de Barcelona

Blanca Blay

¿Por qué están colapsadas las urgencias de los hospitales catalanes? Varios trabajadores consultados por este diario aseguran que una parte de la saturación se explica por la reducción de personal a raíz de los recortes que ha sufrido el sistema sanitario. Por su lado, los expertos apuntan, además del ajuste presupuestario, a las necesidades complejas de los enfermos crónicos (que cada vez son más en urgencias) y a la infravaloración de la atención primaria.

Mientras los servicios de urgencias de los centros de atención primaria siguen siendo desconocidos para muchos pacientes, el colapso en los grandes hospitales se ha agudizado en las últimas semanas. Como no hay camas libres, el drenaje de pacientes que deben ingresar desde urgencias se alarga más de la cuenta, por lo que enfermos esperan a menudo en los pasillos más de 24 horas a ser trasladados a planta. Esto ocurre, por ejemplo, tanto en el Hospital Vall d'Hebron como en el Parc Taulí de Sabadell, donde a pesar de que los centros se encuentran en plena ocupación –en estos momentos no hay camas cerradas– hay un problema de drenaje.

El Taulí, el Mar o el Clínic: desbordados de trabajo

“La semana anterior al día de Navidad los pacientes casi doblaban la capacidad de algunas salas de urgencias”, denuncia Carlos Llorca, trabajador del Hospital Parc Taulí de Sabadell, sobre el servicio. “Faltan camillas, sillas, oxígeno, material y los pacientes esperan hasta 5 y 6 horas y pueden pasarse 5 días en una camilla”, explica. Ante esta situación, comenta este camillero, es difícil proteger la intimidad del paciente porque “hay más pasillos que biombos”. El Taulí tiene una población de referencia de 400.000 personas y en 2015 atendió 134.828 urgencias.

Como el Taulí, los servicios de otros grandes hospitales también se encuentran desbordados, como el Hospital del Mar. En este centro, situado en el paseo marítimo de Barcelona y que tiene población de referencia de los distritos de Ciutat Vella y Sant Martí, las visitas a urgencias en 2015 fueron 96.691.

Los trabajadores han encontrado en las redes sociales una ventana de denuncia de la saturación de sus urgencias. Según datos recogidos en la cuenta @UrgenPSMar, el 26 de diciembre había en las Urgencias del Mar 113 pacientes y denunciaban que las ambulancias no podían descargar, que había boxes cuadruplicados y camillas por los pasillos. Precisamente este mes de diciembre tenían que completarse las obras de ampliación de las urgencias, que se reanudaron en 2015 después de cuatro años paradas por los recortes, aunque no estarán listas hasta el primer trimestre del próximo año.

En el Hospital Clínic, explican enfermeras de urgencias, físicamente no hay espacio para tener pacientes en los pasillos. Abren algunas salas en función de la afluencia y de si hay camas o no, pero no siempre son espacios adecuados para el paciente. “No son áreas preparadas para atender al enfermo porque no tienen material y la medicación tampoco está allí, pero hay gente que se puede pasar días en estas salas”, asegura. En 2014 el Clínic registró 109.054 visitas en urgencias.

Vall d'Hebron: el hospital con más visitas a urgencias

La situación en Vall d'Hebron, el hospital público que asume más pacientes en urgencias –en 2014 pasaron por allí 187.039 personas–, ha llevado a la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAVB) a denunciarlo ante el Síndic de Greuges –el defensor del pueblo catalán–, que ha abierto una investigación de oficio. En este hospital la presencia de enfermos en los pasillos de las urgencias no es un hecho puntual, según denuncian los vecinos y vecinas.

Marta Rubies es una enfermera de urgencias que se ha sumado a las protestas vecinales. Según explica a El Diari de la Sanitat, los últimos días se han encontrado con muchos enfermos más de 48 horas en una camilla en los pasillos. “Hospitales de menor nivel no tienen capacidad para asumir pacientes y no hay camas disponibles. Las enfermeras tenemos mucha presión, tenemos los pacientes disgregados por los pasillos, es un sufrir y genera mucho estrés y agotamiento”, dice.

Además, denuncia, “para poder dar cobertura cogen gente que acaba de salir de la carrera, con poca experiencia y con contratos precarios”. Según Rubies todo ello “es consecuencia del recorte a los presupuestos desde 2010 porque cierran las urgencias de los ambulatorios y cualquier ciudadano que se encuentra mal no sabe dónde acudir”. Con todo, la directora asistencial del centro, Ana Ochoa de Echagüen, aseguraba el mismo día de la protesta que “no hay colapso”.

Técnicos sanitarios consultados por este diario explican que problema con las urgencias siempre ha estado ahí, pero con la crisis el sistema se ha tensionado y la válvula de escape para muchos pacientes son las urgencias. “Si vas a tu ambulatorio y no te dan cita para visitarte por unas anginas hasta después de tres días, terminas yendo a las urgencias del hospital”, cita como ejemplo un técnico.

“Si eres mayor, tienes 80 años y llamas al 061 por algún motivo es probable que acabes ingresando. El perfil de persona mayor, que hoy vive más pero presenta más problemas crónicos, es el paciente que realmente colapsa el sistema”, añade. La solución pasaría, a su juicio, por un replanteamiento del modelo que se adecue más a la sociedad actual. Esto requeriría más educación sanitaria pero a la vez más organización entre los diferentes niveles asistenciales y más recursos para la atención primaria.

Atención Primaria: clave para desatascar las urgencias

El exdirector asistencial de Vall d'Hebron, Pep Martí, sostiene que la mejora de las urgencias de los hospitales no está sólo en los centros, sino también en los ambulatorios. En este sentido, Martí opina que “muchos pacientes que llegan a urgencias seguramente no habrían llegado si hubieran podido tener un buen control de sus patologías crónicas” y apunta que “son estos pacientes los que colapsan realmente los ingresos”.

En la misma línea se expresa Cesca Zapater, del Foro Catalán de Atención Primaria (FoCAP). “En las plantas de ingreso hay una cantidad de gente mayor muy enferma importante pero un ingreso no tiene porque ser siempre la opción más adecuada”. “Si tuvieran un apoyo en casa quizás no irían al hospital, no sería necesario”, explica. Según ella, el modelo actual tiende a “ingresarlo todo”. “Vivimos en un mundo marcado por el intervencionismo, la medicalización y la hospitalocentrismo”, critica.

No obstante, para Zapater el colapso de las urgencias es multifactorial. Recuerda que antes de los recortes presupuestarios ya había colapso. La solución pasa, dice, por preguntarse por qué hay tanta gente que utiliza el servicio de urgencias de manera inadecuada. Y es que, según Zapater, la mitad de las personas que van a las urgencias de los mayores hospitales no requieren atención hospitalaria ya que podrían tratarse en los centros de atención primaria, ya sea desde un CAP o en sus urgencias. Esto tiene que ver, según ella, con la cultura hospitalaria, la necesidad de inmediatez y la expectativa de que en el hospital pueden resolver mejor la urgencia que desde un CAP.

Un Plan para mejorar la atención urgente

En 2015 los hospitales de la red pública de Catalunya atendieron casi tres millones y medio de visitas a urgencias, con una media de 8.784 ingresos diarios, según datos del Instituto de Estadística de Catalunya. Ahora bien, según la memoria del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) del mismo año, un 63,8% de estos pacientes acudieron al servicio urgente aunque no presentaban un riesgo vital o una urgencia. Según la memoria, la espera de atención en urgencias y la insatisfacción de asistencia fue uno de los principales motivos de reclamación en los hospitales aunque no se especifican los expedientes por este motivo concreto.

Ante la situación en los principales hospitales catalanes de la red pública, Salud aconsejaba el pasado viernes llamar al 061 para que sea este servicio el que indique a qué tipo de centro hay que ir. Después de dar la cifra que el 64% de las urgencias hospitalarias se podrían haber resuelto en un ambulatorio, el conseller de Salud, Toni Comín, llamó a dar conocer los servicios de urgencias de los centros de atención primaria.

Además, la situación de las urgencias catalanas podría tensionarse más ante la llegada de una epidemia de gripe en los próximos días. Mientras, el Plan Nacional de Urgencias diseñado por Salud no se presentará hasta el primer trimestre de 2017 y será a partir de enero cuando se activará una Comisión de Seguimiento que evaluará diariamente la actividad y las incidencias de las urgencias en Catalunya.

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