El corazón en un poemario
¿Cómo puede ser el agua crujiente? La metáfora de Ruth Rodríguez, profesora toledana de escritura creativa, que se convierte también en el título de su último libro Un pozo de agua crujiente habla principalmente de las vivencias personales. De como el agua puede ser la salvación para quien tenga sed, pero también puede llegar a ser crujiente en las manos de quien así lo necesite. El poemario renace de las obras escondidas de esta autora, que siente en un momento dado la necesidad de sacarlas a la luz.
“Hubo un momento en 2012 en que vuelvo a leer estos poemas y los vuelvo a sentir latir”, afirma Rodríguez. Se trataba de sólo cinco o seis textos, de los que nace la construcción de Un pozo, libro que empieza “rompiéndose un silencio”. Lo que la toledana busca, afirma, es que el lector tome conciencia de su pasado y se enfrente al mismo, dándole voz a aquello que ha decidido mantener oculto hasta ahora. “El lector pone en tela de juicio momentos de su pasado, partiendo por los primeros poemas que son muy personales, pero no autobiográficos”, afirma la autora. “Tocan el mundo interior de cada lector”.
Y es que la inspiración viene sobre todo lo que se puede ver, tocar, sentir, no sólo alrededor de las vivencias. Y es a través de esta conciencia, que se puede también entender lo que pasa en nuestros países y en nuestras sociedades. “Los hombres también podrán identificarse con mi voz femenina. Yo soy mujer y vibro con el Quijote. Aquí pasa lo mismo”, afirmaba Rodríguez. De este modo, el poemario ayuda al lector a tomar conciencia de sus raíces y también de su pasado.
Soy consciente de mi pasado / no lo voy a dulcificar / sé lo que está / ahora empiezo a construir mi futuro, son versos que recitó Ruth Rodríguez, para explicar que uno de los objetivos de esta obra es la de construir un espacio honesto y justo para reflexionar. “El lector se va a poder abandonar al mundo interior y ser más consciente del mundo que lo rodea: de su barrio de la problemática social”, afirmaba la escritora. Pero no es sólo el momento que está pasando ahora la sociedad española, del que Rodríguez también es consciente, sino más bien el momento clave en el que se encuentra el mundo de forma permanente. “Pero expresarse a través de la palabra sí es algo que adquiere más fuerza en los últimos tiempos”, puntualiza Rodríguez.
Un pozo de agua crujiente ha pasado ya por la Feria del Libro de Madrid y se presenta también este sábado 13 de junio en Móstoles y, finalmente, el martes 16 de junio en la Biblioteca de Castilla-La Mancha. La editora Isabel Miguel y la directora de la colección en la que se incluye la obra, Lidia López, de la editorial Lastura han acompañado a la autora en este camino, al igual que Aitana González en la percusión y Víctor Arriero en la guitarra.
