Las empresas de cerveza artesana de Castilla-La Mancha están comenzando a vender sus productos por otras regiones del país e incluso están empezando a establecer contactos para exportar sus bebidas a otros países, aunque también conservan su componente local.
Jesús León, socio de Cervezas Arriaca, establecida en Yunquera de Henares (Guadalajara) ha asegurado que su empresa “lleva a la tierra hasta en el propio nombre” y tiene su peso fundamental en Guadalajara, Madrid y el Corredor del Henares, aunque ha afirmado que los reconocimientos que están obteniendo sus productos “están despertando interés en otros puntos como Cataluña, Asturias y Castilla y León”. León incluso ha asegurado que Cervezas Arriaca ha iniciado contactos para comenzar con la exportación de sus cervezas “a algunos países europeos y asiáticos”.
En el mismo sentido, Juan Ezequiel Campos, de Cervezas Quijota, en Albacete, ha señalado que su distribución trabaja en la provincia albaceteña pero tiene también ventas en Madrid, Barcelona, Alicante, Lugo “y prácticamente por toda España”. Asimismo, están comenzando conversaciones con países como Reino Unido, Francia o Japón e incluso en la empresa están haciendo pruebas para “una nueva receta exclusiva para una cadena de hoteles en Estados Unidos”.
Mientras, en Cervezas Speranto, en Toledo, Miguel Ballester, uno de los socios y creadores de la empresa, ha apuntado que, aunque lo suyo es “la microdistribución a pequeños bares”, además de la tienda que tienen instalada en la capital regional, 'Monster Beer', su intención es “empezar a vender en otras provincias”.
De igual forma, Hipólito Ruiz, gerente de Cervezas Tormo, de Cuenca, ha explicado que ellos sirven “a Cuenca capital, sobre todo a la zona del Casco Antiguo”, pero también han establecido puntos de venta en Madrid y Valencia. Asimismo, Eduardo, operario de Cervezart, en Ciudad Real, ha indicado que esta empresa de cervezas tiene puntos de venta en Toledo, Madrid, Gijón y Cádiz.
Pequeña producción
Por lo general, estas empresas de cerveza artesana tienen una producción reducida. La excepción es Cervezas Arriaca, que llega producir una cantidad cercana a los 350.000 litros al año. Sin embargo, la mayoría tiene unas cifras mucho más reducidas. En Cervezas Tormo alcanzan los 4.000 litros al mes y en Cervezart alrededor de 2.000 litros, misma cifra que alcanzan en Cervezas Quijota.
Por su parte, Cervezas Speranto tiene continuos cambios en su producción, ya que, según lo define Miguel Ballester, son “nómadas” y no tienen fábrica. Por ello, cuando necesitan fabricar su cerveza alquilan unas instalaciones. Ballester calcula que cervezas Speranto vende “unos 4.000 litros cada cuatro o cinco meses”.
