El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha dado su brazo a torcer. Después de amenazar con no firmar el acuerdo suscrito por más del 90% del comité de empresa (todos los sindicatos menos CGT) y refrendado por el 70% de los trabajadores que votaron en una asamblea, lo ha aceptado.
Fabra, que quería la unanimidad sindical para evitar que el ERE que despedirá a 1.600 trabajadores llegara vía denuncia a la Audiencia Nacional, ha rectificado. El comité de empresa y los representantes de la empresa, al filo de la medianoche, justo cuando acababa el plazo legal de las negociaciones, firmaban el acuerdo. En las próximas semanas, y cuatro meses después del chapucero fundido a cierre de la cadena, los trabajadores serán despedidos. Canal 9, fundada en 1989, será historia.
Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) se compromete a indemnizar a la plantilla con 86,1 millones de euros. Todos los empleados recibirán 35 días de sueldo por año de trabajo con un máximo de 30 meses de salarios. También habrá pagos lineales para todos los trabajadores, de entre 5.000 y 11.000 euros dependiendo de su edad y retribución anual. La empresa, en resumen, ha atendido casi íntegramente la última oferta del comité de empresa.
Y lo ha hecho pese a que CGT, con el apoyo de sus afiliados, se desmarcó del acuerdo y anunció que, con independencia de la decisión del resto de sindicatos y la plantilla, lo llevaría a los tribunales. Cree que el ERE ilegal, no se fía del gobierno valenciano y ni siquiera de su capacidad de pago (parte de las indemnizaciones, según el preacuerdo ahora en discusión, se pagarían en 2015).
Finalmente, el gobierno valenciano pagará mejor los despidos en la televisión que en el resto de empresas públicas donde ha habido reducciones de personal. El primer ERE de Canal 9, anulado por los tribunales, pagó indemnizaciones de 20 días. Fuentes sindicales aseguran que, ahora, RTVV pagará indemnizaciones de 40 días, sumando los 35 días pactados y los pagos lineales. De media, cada trabajador recibirá más de 50.000 euros de indemnización y, en caso de reapertura de la cadena en los próximos 3 años, los trabajadores despedidos tendrán prioridad para recolocarse.
A pesar del cierre de la televisión autonómica, el primero en España, RTVV costará más de 200 millones de euros sólo en 2014.