El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha comunicado este lunes su marcha como jefe del Consell un año después de la dana. Lo ha hecho en una comparecencia sin preguntas y sin dar mayor detalle sobre cómo y cuándo se producirá su salida, alimentando aún más la incertidumbre. Finalmente, a las 15.24 horas de este lunes, el Parlamento autonómico ha recibido su escrito de renuncia. Es ahí cuando arrancan los plazos para elegir a un sucesor, con 12 días para que las Corts presenten a un candidato y una horquilla de hasta dos meses para elegir nuevo presidente. Si no salen las cuentas, a elecciones, que serían aproximadamente en abril. Su entorno apunta que dejará su puesto como jefe del Ejecutivo pero seguirá como diputado en las Corts Valencianes, una decisión que le permitirá mantener su condición de aforado.
En su discurso, plagado de referencias a la salud mental y emocional propia y la de su entorno, el cuestionado presidente ha dado algunas pistas sobre el proceso: apela a la mayoría parlamentaria “viva, vigente y en marcha” que surgió de las últimas elecciones autonómicas, la mayoría que le dio la presidencia. Esa mayoría que constituyen PP y Vox en la Cámara -53 diputados de 99- es su salvación y su condena. Los 40 diputados conservadores necesitan a los 13 de ultraderecha para elegir a un sucesor en el Consell, un presidente interino y transitorio que agote la legislatura. Los ojos están puestos en el número dos de Mazón en el partido, Juanfran Pérez Llorca, fontanero artífice de las negociaciones para hacer presidente a Mazón y hombre clave en los contactos del PP valenciano y Vox. El partido ya ha comenzado a negociar con su nombre. Diga lo que diga Mazón, salvo la convocatoria de elecciones, los caminos pasan por Vox, que con sus 13 votos tiene la llave del Palau de la Generalitat.
Vox deja en manos de la dirección nacional el apoyo a un candidato. Su líder, Santiago Abascal, ha cargado duramente contra el PP nacional y considera que dejan caer a Mazón como “chivo expiatorio” y le hacen el juego a Pedro Sánchez. Abascal ha asegurado que ha hablado con Mazón antes de que anunciara su decisión. No está nada claro que la ultraderecha apoye ahora mismo a un candidato del PP valenciano, aunque con los de Abascal nunca se sabe, pues tiene línea directa con el todavía jefe del Ejecutivo valenciano.
Se añade también al escenario incierto el estado del propio presidente, cuyo entorno afirma que se tomará unos días de descanso para acudir al médico, por petición de su familia.
Con la comunicación a las Corts de la renuncia, los plazos empiezan a correr. Tanto el presidente como el Ejecutivo se encuentran en funciones. De hecho, Mazón presidirá el pleno este martes en Alicante y después acudirá al médico para valorar su estado de salud. En su entorno niegan que esté de baja -algo que además debe prescribir un facultativo-.
El reloj del relevo de Mazón se pone en marcha
Una vez comunicada la renuncia, hay 12 días hábiles para presentar candidato. Mazón y su Consell seguirán en funciones hasta que se elija a un nuevo presidente y se publique el nombramiento en el BOE. En caso de ausencia del presidente, las funciones las asume la vicepresidenta primera. Según, la ley del Consell, en los supuestos de incapacidad y fallecimiento asumirá las funciones del President de la Generalitat, en cuanto más alto representante de la Comunitat Valenciana y ordinaria del Estado, el Presidente de Les Corts, y en cuanto President del Consell, los Vicepresidentes según su orden o, en su defecto, según su antigüedad ininterrumpida en el cargo. Si no hubiera Vicepresidentes, asumirá las funciones de President del Consell el Conseller más antiguo.
Los plazos los marcan la ley del Consell, la ley electoral valenciana y el reglamento de las Corts Valencianes, que regulan las normas de investidura. Se prevén unas dos semanas entre que se comunica la dimisión, se publica en el Boletín Oficial del Estado, se convoca un pleno y se produce una nueva investidura. Si se estiraran los plazos todo lo posible, Mazón podría seguir en funciones entre cinco y seis meses más, hasta una convocatoria electoral y una nueva propuesta de investidura.
Según la ley del Consell, el President de la Generalitat será elegido por las Corts de entre sus miembros y nombrado por el Rey. En todo momento se atenderá para su elección a lo que regula el Estatut d’Autonomia, la presente Ley y el Reglamento de Les Corts. El President de la Generalitat continuará sus funciones hasta que, producida la nueva elección estatutaria del President, se publique su nombramiento por el Rey en el BOE, dice el mismo texto.
Los grupos parlamentarios podrán presentar ante la Mesa las propuestas de candidatos hasta doce días después de comunicar la vacante en el seno del Palau. Luego hay entre 3 y 7 días para convocar pleno, que puede ser en un plazo de dos meses. En el caso de que transcurriera el plazo de dos meses a partir de la primera votación de investidura y ningún candidato o candidata obtuviera la confianza de las Corts, su presidenta, por acuerdo de la Mesa, y el presidente de la Generalitat en funciones convocará nuevas elecciones. Si eso sucede, se disolverá la Cámara y se han de fijar los comicios en un plazo de entre 54 y 60 días, de acuerdo con la Ley Electoral Valenciana.