La declaración como testigo de José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en València, fue de “grandísima utilidad” por “su carácter técnico”, además de “coherente”, según dijo la jueza de la DANA en un auto del pasado 4 de junio. El testigo afirmó que cuando escuchó al president Carlos Mazón en su única intervención de la mañana del pasado 29 de octubre sobre la emergencia, “para él era inexplicable que le quitara importancia a la situación”, según reza el acta de su declaración a la que ha tenido acceso este diario. Mazón intervino a las 11.47, en un hueco de su apretada agenda de actos ajenos a la DANA, para asegurar que la tormenta se dirigía “a la Serranía de Cuenca” y que no había alerta hidrológica en el río Magro, a pesar de que el departamento autonómico de Emergencias la había decretado poco antes. A José Ángel Núñez le “extrañó” que Mazón tan solo aludiera a un “rebaño de cabras” ahogadas en la localidad de Turís, a pesar de que la entonces portavoz del Consell, Ruth Merino, previamente “dijo cosas más graves”.
En aquella comparecencia de Mazón, cuyo video fue borrado posteriormente de su cuenta en X, el jefe del Consell daba “registros muy altos” de precipitación acumulada, probablemente extraídos de la aplicación del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). “Su impresión de esa intervención es que era tranquilizadora, y no entendía esa tranquilidad”, indica el acta de la declaración de Núñez.
El president tan solo aconsejó que no se circulara por carretera si no era necesario, a pesar de que tres cuartas partes de la provincia de Valencia estaban en aviso rojo, “ya había inundaciones importantes a esa hora e indicios más que suficientes la situación era muy grave”, según dijo el testigo ante la jueza de la DANA. Núñez también recordó que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, había reunido a todos los organismos que dependen de ella, “algo que no es frecuente salvo que la situación sea excepcional”.
A José Ángel Núñez “lo que más le chocó” de la comparecencia de Mazón es que dijo que la “previsión” era que disminuyera la intensidad del temporal hacia las 18.00, a pesar de que “aún quedaban seis horas de aviso rojo y no eran ni las 12 de la mañana”.
El jefe de Climatología de la Aemet “no entendía que mientras había más de 50 ayuntamientos que habían cerrado colegios”, el president Mazón “dijera que la única medida era que tengan precaución en la carretera y estén preparados”.
Tras la intervención de Carlos Mazón de la mañana del 29 de octubre, que emitió en directo À Punt, la cadena pública valenciana pasó inmediatamente a entrevistar a Núñez, quien alertó sobre el peligro de las crecidas en ramblas y barrancos.
Elogios de la jueza frente a los ataques del PP
Se trata del primer testigo que apuntó directamente a Mazón. Núñez también desveló durante su declaración del pasado 2 de junio, que grabó menos de un minuto de la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). La reacción no se hizo esperar. La defensa de Emilio Argüeso, exsecretario autonómico de Emergencias, cuestionó el estado mental del testigo. Un conseller de Mazón tildó en redes sociales al testigo de “meteorólogo/espía”.
Sin embargo, la jueza instructora avaló como “plenamente” lícita la prueba y destacó que el testimonio de Núñez fue “coherente” y “preciso” y estuvo, además, “acompañado de elementos que corroboran su versión”. También tildó las insinuaciones del letrado de Argüeso de “despropósito absoluto”.
Y es que la declaración del testigo apuntala la cuestionada actuación del jefe del Consell durante el 29 de octubre, cuando se fue a comer con la periodista Maribel Vilaplana al restaurante El Ventorro a pesar de la gravedad de la situación. El president, sin embargo, no figura como investigado en la causa por su condición de aforado, tal como ha destacado varias veces la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja.
Un técnico “en el punto de mira” de Mazón
Tras el envío del Es-Alert a los móviles, que la jueza considera tardío y erróneo en su contenido, a Núñez le quedó “claro” que la “información” y la “comunicación” de la emergencia “quedaba en manos de la Generalitat Valenciana”, por lo que le dijeron del gabinete de comunicación del 112. “Él se ofreció, pero bueno, ellos dijeron que no, que iba a ser el president”, afirmó ante la jueza.
Mazón compareció a las 21.30 para pedir a la población que se refugiara en altura, unos consejos que la magistrada instructora considera “completamente inútiles”, a tenor del hecho de que a la hora en que fueron comunicados ya había fallecidos y cientos de personas permanecían atrapadas por las inundaciones.
José Ángel Núñez, a pesar de ser un técnico con cuatro décadas de experiencia en la administración, se convirtió en una de las principales dianas del PP y del propio president Carlos Mazón. El testigo, según lamentó, fue puesto “en el punto de mira” por el jefe del Consell durante su primera comparecencia en las Corts Valencianes el 15 de noviembre. A pesar de que le pareció “muy injusto”, declaró que “no tiene rencor ni odio a nadie”.
La portavoz del Consell dijo “muchas mentiras”
El responsable de la Aemet, según relató, “se hizo adicto” a las ruedas de prensa de la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero. La portavoz popular, según Núñez, dijo “muchas mentiras”. “Hay algo peor que decir mentiras, que es desinformar”, declaró el testigo.
También recordó que tanto Mazón, como Camarero o la entonces consellera Salomé Pradas dijeron datos inexactos, como que “se iban a registrar 180 litros por metro cuadrado”, a pesar de que esa cifra era el umbral mínimo, “no el máximo”.
A juicio de José Ángel Núñez, “lo que falló” aquella trágica jornada “fue la decisión”. “¿Qué impedía a las 11.00 de la mañana, después de la reunión del Consell, convocar al Cecopi y alertar a la población”, se preguntó. “Nada”, contestó.
En el Cecopi “se nota cuando hay un líder”
El jefe de Climatología de la Aemet tenía experiencia en reuniones previas del Cecopi, en otras situaciones de emergencia, “y se nota cuando hay un líder, y no se discute tanto como se discutió esa vez”. “Hay que tomar decisiones rápidas, hay que tener conciencia de que en una situación de emergencia no hay tiempo para dudar”, declaró. En el Cecopi anterior, “había mucho más orden, estaba todo más organizado”, dijo el testigo.
Núñez describió la situación de aquella mañana: la Aemet alertaba desde las 7.30 de que “el riesgo era extremo” y la delegada del Gobierno ya había convocado a las 9.30 “a todos sus organismos para estar preparados”.
“Todo lo que pasó ese día dependió de la decisión en la mañana de no alertar”, afirmó. ¿Por qué? “No lo sabe”, dijo. Aunque, como “hipótesis más probable”, pensaba que “se podrían haber evitado muertes”.