Cuatro ideas originales para los clavos, tuercas y tornillos que nos sobran
En casi todas las casas se puede encontrar una caja de herramientas en la que abundan tornillos, tuercas, clavos y un sinfín de herramientas; en otras, estos utensilios están olvidados en algún cajón.
Es posible que estemos esperando el momento para darles una segunda vida pero no tengamos muy claro qué hacer con ellos o, simplemente, puede ser que no sepamos muy bien dónde tenemos que tirarlos sin perjudicar al medioambiente, así que te traemos la solución a ambos problemas.
1. A falta de llavero, tuercas y cordones
Si te falta llavero y quieres improvisar o regalar uno handmade solo necesitarás un anillo reutilizado de otro llavero, tuercas y una cinta, cuerda, cordón o paracord del color que se desee.
Una vez elegido, el siguiente paso es doblar por la mitad el cordón e introducirlo por la parte doblada en el anillo para luego introducir el extremo del propio cordón haciendo un nudo.
Una vez apretado, introducir los dos extremos del cordón uno por cada lado del interior de una tuerca hasta que quede ajustada y repetir el proceso a lo largo de cuatro o más tuercas según la largura de llavero que prefieras.
Por último, atamos un nudo para que no se escape la última tuerca. Para darle el toque final, podemos añadir unas tuercas más pequeñas en el extremo de cada parte del cordón atando un nudo al final; incluso se pueden pintar las tuercas o mezclar los tonos plata o dorado que las caracterizan.
2. La practicidad en el bolsillo: llaves unidas gracias a un tornillo, una tuerca y una arandela
A veces, si llevamos muchas llaves y queremos que no ocupen espacio en el bolsillo, el llavero puede ser un tanto molesto. Para evitarlo sin tener que llevar todas las llaves sueltas necesitarás, en primer lugar, un tornillo con una arandela. Esta última no hará falta que encaje a la perfección pero sí que no se salga por la cabeza del tornillo.
Tras introducir la arandela hasta el fondo del tornillo, solo tienes que ir metiendo las llaves. Una vez introducidas, cerrar el tándem con una tuerca al final y ajustarlo todo con un destornillador lo suficientemente fuerte para que no se desmonte pero sin hacer demasiada fuerza para que las llaves tengan un poco de movimiento y puedas deslizar la que te interesa.
3. La decoración perfecta: un cuadro de clavos e hilo
Esta es, sin duda, una de las opciones de decoración más populares y es que no es para menos. Se llama hilorama y además de darte la opción de reutilizar clavos, te permite crear todo tipo de dibujos mientras te entretienes.
Para ello se necesita una base de madera, hilo o cuerda y un martillo. Aunque se puede hacer a mano o imprimir como plantilla el dibujo que se desee, vamos a explicarlo con la forma de un corazón para poner un ejemplo sencillo.
Para empezar, pegaremos la plantilla impresa de corazón sobre la base de manera con un poco de celo para poder quitarla posteriormente. Una vez pegada, iremos clavando los clavos con la ayuda de un martillo en el contorno del corazón con una distancia de un dedo gordo de grosor aproximadamente entre cada clavo.
Tras quitar la plantilla habrá quedado la forma del corazón a base de clavos. El siguiente paso consiste en atar fuerte el hilo al clavo de la punta del corazón y cortar el sobrante del nudo.
Luego, hay que ir enganchando el hilo a través de la cabeza de cada clavo consecutivamente hasta haber hecho el contorno de la figura. Será entonces cuando empiece a volar tu imaginación y tendrás que ir rellenando el corazón uniendo con el hilo los clavos que prefieras.
4. Hacer abono de hierro para plantas
Esto es, fabricarte tu propio líquido de hierro soluble para echarlo a las plantas y sustituir el que precipita la cal que lleva el agua de riego en muchas zonas de España.
Solo necesitarás tornillos de hierro, clavos o piezas pequeñas que te sobren, una cucharadita de azufre del que se utiliza en huertos para matar hongos, una botella de agua de plástico vacía y un poco de agua destilada.
El proceso es muy sencillo, aunque lleva una semana obtener un abono líquido en condiciones, pero una vez logrado, hay hierro para una larga temporada:
- Ponemos en la botella vacía un chorro de agua
- Añadimos los tornillos, tapamos y agitamos bien para que la mezcla se oxigene.
- Añadimos una cuchara cafetera con polvo de azufre, tapamos y agitamos.
- Dejamos la mezcla en la botella, guardada horizontalmente para que haya una superficie de intercambio entre el aire interior y el agua con tornillos.
- Agitamos diariamente la mezcla en la botella durante una semana o más.
- Ya tendremos listo un líquido rico en hierro del que podemos usar una parte para verter en otra botella llena de agua, guardando el resto.
- Regamos con la botella llena, cuya agua será rica en hierro.
En este vídeo se explica todo de una forma muy gráfica:
¿Dónde puedo reciclar los clavos, tuercas o tornillos que me sobran?
Muchos de los elementos que encontramos en nuestra casa están hechos de metal, entre los que destacan los tornillos, tuercas, clavos y otros aparatos de construcción.
Una vez que ya no son utilizados -y si no nos animamos a darles una segunda vida a través de las manualidades-, nos puede surgir la duda de dónde debemos tirarlos para no perjudicar el medioambiente.
La respuesta es sencilla: en el punto limpio. Además, como son utensilios que no pesan y no ocupan espacio en casa, podemos acumularlos y llevarlos a estos lugares sin ningún problema para su posterior recogida y reciclaje. En ocasiones, se pueden llevar a los propios talleres o ferreterías para que ellos lo reciclen por ti.
Este sencillo acto servirá principalmente para mejorar la situación de contaminación medioambiental, ya que con el reciclaje se podrán hacer piezas que requieran mucha menos agua, aire y energía en su realización.
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