Ni cada dos ni cada seis días: cada cuánto hay que lavar los platos y bebederos de perros y gatos
El bienestar de nuestros compañeros de cuatro patas va mucho más allá de darle cariño, alimento y visitas al veterinario cada cierto tiempo. Hay pequeños detalles del día a día que los tutores de animales pasan por alto y que pueden poner en riesgo la salud de los perros y gatos. Uno de ellos es cada cuánto tiempo se deben limpiar sus bebederos y comederos. Para saberlo simplemente hay que responder a esta pregunta: ¿con qué frecuencia lavamos los platos las personas?
La limpieza de los comederos tiene mucha más importancia de la que se cree. Mantener la higiene de los recipientes es fundamental para prevenir enfermedades, la proliferación de bacterias y asegurar el bienestar de los animales. Muchas personas creen que los restos de alimento no suponen un peligro. Sin embargo, un comedero sucio de residuos puede provocar la acumulación de bacterias como la Salmonella y la Escherichia coli. Estas bacterias pueden transmitirse tanto a los animales como a los humanos. En el caso de que haya infección, es importante fijarse en algunos síntomas como fiebre, diarrea, vómitos, disminución del nivel de actividad o pérdida de apetito.
Para evitarlo, no solo la frecuencia con la que se limpian los recipientes puede ser determinante para su salud, sino que también los materiales con los que están hechos, el tipo de alimento que consuma el animal o el método de limpieza pueden afectar a la contaminación microbiológica de los comederos.
Con qué frecuencia es recomendable lavar los comederos
Cada persona con animales a su cargo, ya sean canes o felinos, tiene sus propios hábitos de higiene y rutinas a la hora de suministrarle alimento. En este sentido, un estudio realizado por investigadores de las facultades de Veterinaria de las universidades de Turín y Bolonia ha comparado estas prácticas.
Los investigadores recopilaron datos de propietarios de perros y gatos, cifras que muestran que la mayoría de los perros, el 70,7% de la muestra, fueron alimentados dos veces al día, mientras que el 43% de los gatos tienen siempre comida disponible. A esto se le conoce como alimentación ad libitum.
Según los resultados de la investigación, los comederos que se limpiaban con mayor frecuencia eran los de los perros: el 35,7% de los tutores caninos realizaba la limpieza después cada comida. En el otro lado de la balanza, en el caso de los gatos, el 21,5% se limpiaba después de cada comida y el 22,7% una vez al día.
Dependiendo de los hábitos alimentarios del animal como el tipo de alimento o el material del recipiente, sería ideal limpiar los recipientes diariamente, justo después de que el animal haya comido. En el caso de que este consuma alimento húmedo, se debe lavar el plato después de cada comida debido a que este tipo de comida suele dejar más residuos que pueden favorecer la proliferación de bacterias.
Por otra parte, aunque contengan solo agua, la limpieza de los bebederos también resulta esencial para la salud de nuestros peludos. El agua debe cambiarse con frecuencia porque puede acumular suciedad y bacterias con el tiempo. También es altamente recomendable lavar el bebedero al menos una vez al día.
Cómo lavar los recipientes de los animales
En cuanto a los métodos de limpieza, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, siglas en inglés) aconseja realizar un lavado exhaustivo del plato del perro con agua caliente y jabón. Asegúrate de frotar bien todas las superficies e incluye los bordes y la base.
Otra de las pautas a seguir por la organización es desechar cualquier resto de comida que el animal deje en el plato. No es necesario tirar la comida, pero en caso de reservarla para otro momento, deberás guardar las sobras en la nevera dentro de un recipiente hermético.
A su vez y para reducir el riesgo de infección por bacterias, hay que tener en cuenta que la FDA insta a lavarse las manos con agua y jabón al menos durante 20 segundos después de tocar los platos que puedan estar contaminados. Del mismo modo, también es esencial que todo este proceso lo hagas en una zona y una esponja únicamente destinada para lavar las cosas de los perros y gatos. Así, evitarás un posible contagio a través de los platos y utensilios de la cocina.
Si lo prefieres, también puedes llevar a cabo la desinfección con la ayuda del lavavajillas para garantizar una limpieza más efectiva gracias a las altas temperaturas. Aquí es importante tener en cuenta que el material del cuenco lo permita. Algunos comederos hechos de cerámica o acero inoxidable son aptos para este electrodoméstico.
En lo que se refiere al método de limpieza, la investigación antes mencionada de las universidades de Turín y Bolonia evaluó los recuentos totales de bacterias. Los resultados concluyeron que los recuentos de enterobacterias fueron mayormente registrados en comederos lavados a mano que en los lavados en el lavavajillas.
Cuál es el mejor material
Dependiendo del material del que estén hechos los platos donde comen nuestros perros y gatos pueden sufrir mayor riesgo de infección por la acumulación de bacterias. En la fabricación de recipientes para animales, los materiales más comunes son el plástico, la cerámica y el acero inoxidable.
Aunque los tipos sean funcionales y aptos para el suministro de alimentos, el mejor material para garantizar la seguridad de los animales es el acero inoxidable. Este material no almacena casi bacterias, es libre de tóxicos y además, es muy fácil de limpiar. En cambio, los comederos de plásticos pueden contener entre sus componentes bisfenol A, que podría afectar al sistema inmunitario del animal que coma de él.
En cuanto a la cerámica, esta podría ser una mejor opción que el plástico por la acumulación de bacterias. A pesar de ello, es un material que puede romperse con facilidad y esto podría poner en peligro la salud de nuestros amigos de cuatro patas.
1