Con la llegada del calor, los mosquitos se convierten en una de las molestias más comunes dentro del hogar. Sus picaduras, además de irritantes, pueden ser un riesgo sanitario en determinadas zonas, lo que ha llevado a muchas personas a buscar soluciones prácticas para mantenerlos a raya que sean accesibles y, sobre todo, naturales. Es por eso que han surgido y se han difundido numerosos remedios caseros que prometen resultados sin necesidad de productos químicos.
Uno de los más compartidos en redes sociales y foros es el truco de colocar un vaso con distintos ingredientes junto a la ventana como vinagre, rodajas de limón, clavos de olor, vino tinto o incluso mezclas más elaboradas. Según quienes lo recomiendan, estos olores fuertes actuarían como barrera natural contra los mosquitos, que evitarían entrar al hogar o acercarse a determinadas zonas. La sencillez del método, sumada a su bajo costo, ha contribuido a su popularidad, especialmente durante las noches calurosas en las que abrir la ventana parece inevitable.
Sin embargo, la eficacia de este tipo de prácticas sigue siendo motivo de debate. Aunque algunos aseguran que funciona, la ciencia no siempre respalda los remedios populares. La pregunta de fondo es si existe alguna evidencia confiable que avale este método o si se trata, simplemente, de un efecto placebo ambiental. Con la cantidad de trucos caseros que circulan en internet, es importante examinar con rigor su efectividad real y distinguir entre mitos populares y evidencias científicas sólidas.
En qué consiste el truco del vaso junto a la ventana
El truco del vaso junto a la ventana es una de esas soluciones caseras que se transmiten de boca en boca, o más actualmente, de publicación en publicación, con promesas de efectividad. Su preparación es muy fácil, se coloca un vaso o recipiente cerca de una ventana abierta con la intención de que los olores repelan a los mosquitos que intenten entrar. Los ingredientes más comunes suelen ser vinagre blanco, vino tinto, rodajas de limón, clavos de olor o incluso bicarbonato de sodio con jugo de limón. Algunos también recomiendan cubrir el vaso con papel film perforado para controlar la dispersión del aroma.
La idea que sostiene este truco es que algunos olores intensos o ácidos resultan desagradables o desorientadores para los mosquitos. El vinagre suele asociarse con propiedades repelentes por su olor penetrante, mientras que el limón y los clavos de olor desprenden fragancias cítricas que, según creencias populares, podrían disuadir a los insectos de acercarse.
Aunque no existe una receta única, todas las versiones del truco coinciden en colocar el vaso cerca de una ventana o entrada de aire. La idea es crear una barrera de olor que evite que los mosquitos entren a la casa.
Qué dice la ciencia sobre este método
A pesar de la popularidad del truco del vaso junto a la ventana, no existe evidencia científica sólida que respalde su eficacia para repeler mosquitos. Hasta el momento, no se han publicado estudios revisados que analicen directamente este método, ni pruebas de laboratorio que confirmen que ingredientes como el vinagre, el limón o el vino tinto tengan un efecto significativo en ahuyentar a estos insectos al colocarse cerca de una ventana.
Expertos en entomología y control de vectores advierten que muchos remedios caseros carecen de base científica. Uno de ellos es Santi Escartín, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y colaborador del proyecto Mosquito Alert, quien ha publicado un video en su cuenta de TikTok donde desmonta varios mitos comunes sobre los mosquitos. En él explica que ni las velas aromáticas, ni las pulseras antimosquitos, ni las plantas utilizadas para lo mismo tienen un efecto demostrado en repeler a estos insectos, y critica la difusión de consejos sin respaldo científico. Su mensaje es claro: “No os dejéis engañar”.
Además, un artículo de la farmacéutica Normon Contigo señala que varios estudios han intentado demostrar la eficacia de remedios caseros como el consumo de ajo o vitamina B para prevenir las picaduras de mosquitos, pero hasta la fecha ninguno ha obtenido resultados significativos o fiables que los avalen. Además, las guías de evidencia del BMJ, herramienta de apoyo para la toma de decisiones clínicas de los profesionales de la salud, también desaconsejan estas prácticas como métodos preventivos.
Métodos recomendados por expertos
Frente a la falta de evidencia en muchos remedios caseros, los expertos recomiendan métodos basados en evidencias científicas para protegerse de los mosquitos y prevenir algunas enfermedades que pueden transmitir como el virus del Zika, dengue o chikunguña.
Entre los más efectivos y recomendados se encuentran los repelentes de uso tópico que contienen ingredientes activos con eficacia demostrada. Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), para protegerse eficazmente contra las picaduras de mosquitos, es fundamental utilizar repelentes autorizados que cumplen con los estándares de seguridad y eficacia establecidos por las autoridades sanitarias. En su listado oficial de repelentes de insectos de uso humano, la AEMPS incluye productos registrados que contienen ingredientes activos como N, N-dietil-me, N-toluamida (DEET), N-acetil-N-butil-beta-alaninato de etilo (IR3535) o icaridina.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad en su documento informativo dirigido a profesionales farmacéuticos sobre el virus Zika destaca la importancia de utilizar repelentes para evitar las picaduras de mosquitos que pueden transmitir esta y otras enfermedades. Este documento recomienda el uso correcto de repelentes autorizados y registrados, haciendo énfasis en seguir las indicaciones del producto para garantizar su eficacia y seguridad.
Además de los repelentes, tanto el Ministerio de Sanidad español como Santi Escardín recomiendan instalar mosquiteras en puertas y ventanas, utilizarlas para dormir y eliminar los criaderos de mosquitos como recipientes con agua estancada. Estas medidas contribuyen a reducir la población de mosquitos y el riego de picaduras.