Koldo Serra lleva por primera vez al cine la destrucción de Gernika

El realizador Koldo Serra ha conseguido trasladar por primera vez al cine la memoria de Gernika arrasada bajo las bombas incendiarias de la Legión Cóndor, un capítulo de la Guerra Civil que, según el propio director, “muchos creen que se debería haber tocado antes”.

Koldo Serra ha comparecido hoy en rueda de prensa en el marco del 44 Festival Internacional de Cine de Huesca para presentar la proyección de “Gernika”, una coproducción entre España, Gran Bretaña, EEUU y Francia que se estrenará en los cines en septiembre.

El cineasta ha advertido que “Gernika”, rodada en inglés con un elenco que cuenta, entre otros, con Jack Davenport, James D'Arcy y María Valverde, no es una película bélica sino una historia “ficcionada” en la que se mezclan el amor, la aventura y la guerra, en un cóctel que concluye con el bombardeo de la población vasca.

Por esta razón, ha admitido, cuando se planteó el rodaje se pensó en darle a la producción un tono más parecido a “El paciente inglés” o “Expiación” antes que optar por la sucesión de aventuras bélicas de “Pearl Harbour” o “El soldado Ryan”.

Tras casi cinco años de trabajo pleno de dificultades, entre otras la recreación de Gernika antes y después del bombardeo, la producción está lista para ser dada a conocer al público, algo que espera Serra con impaciencia pero también con inquietud.

Según ha explicado, “hemos intentado que sea verosímil y que no haya anacronismos”, con un enfoque que, ha afirmado, rezuma el clasicismo de películas como “Casablanca”.

Un corresponsal de guerra basado en la personalidad del periodista británico George Steer, la responsable de la oficina de prensa republicana en la zona norte del país y un asesor ruso, forman el triángulo que conduce la historia hasta el bombardeo.

Koldo Serra, nacido en Bilbao, ha asegurado haber asumido la historia con “mucho respeto y responsabilidad” ya que Gernika forma parte de un acervo todavía en la memoria de supervivientes y familiares de víctimas.

Por esta razón, el realizador, que tenía compañeros vinculados familiarmente a la tragedia que le contaban recuerdos transmitidos de boca en boca durante años, invitó a algunos de los supervivientes al rodaje de algunas de las escenasn.

El drama del bombardeo, que según las crónicas se prolongó por espacio de más de tres horas, se resume en los últimos veinte minutos de la película en los que el fuego, los escombros manchados de sangre y el horror toman el protagonismo del relato.

Para recrear la histórica población, el equipo se trasladó a dos pueblos aragoneses semiderruidos ubicados junto al embalse de Yesa, Tiermas y Espot, que les proporcionaron el ambiente adecuado para mostrar el horror de las bombas de fuego.

Serra ha explicado que la transformación de estas poblaciones, pero también las de Artziniega, Lekeitio, Bilbao y la propia Gernika, exigió una costosa producción.

El cineasta, que culmina con Gernika su segundo largometraje, se muestra convencido de que le “van a mirar con lupa; unos me darán caña y a otros les gustará”.

Ha reconocido que recrear Gernika por primera vez en el cine ha sido un reto y que desconoce si la inexistencia de producciones previas se debe a lo “económicamente” complicado o a la sensación de que “hay algo de tabú” aún en esta historia.

El productor y guionista de la película, José Alba, ha señalado que llevar al cine el bombardeo le fue sugerida por un guionista norteamericano y que cuando se presentó a las instituciones vascas las puertas les fueron abiertas desde el primer momento.

Koldo Serra, elegido por Alba y su socio, ambos malagueños, ha admitido que la película fue un encargo y que al recibirlo pensó en un primer momento que los productores estaban “chalados” y que la producción “no saldría nunca”.