Els Joglars vuelven con “Señor Ruiseñor” una obra “contra los fanatismos”

Madrid, 1 sept (EFE).- “Señor Ruiseñor” es la obra con la que Els Joglars vuelven al teatro, en esta sátira que acogerán los Teatros del Canal entre el dos y el veinte de septiembre y que definen como un “antídoto contra los fanatismos políticos”, que realizado desde un tono de “humor y cuestionamiento” representativo de la compañía invita al espectador a la reflexión.

La compañía Els Joglars, una de las más vetustas de Europa y con una trayectoria que arrancó en 1961 y cuyos sellos distintivos son el humor y el esperpento, vuelve a la Sala Verde del Teatro Canal con “Señor Ruiseñor”, una obra que hará que los espectadores salgan “buscando comerse el mundo, y también dar un puñetazo sobre la mesa” ha explicado Alberto Castrillo, del equipo de escritura y dirección.

“Se trata de un tipo de teatro lleno de humor y reflexión, que invita a hacerse preguntas, algo muy necesario en esta época”, apostilla sobre esta sátira con la que la compañía busca dar “un paso más” en su andadura, en una pieza que combina temáticas como el arte y el conflicto catalán.

La obra, muestra al intelectual y pintor Santiago Rusiñol apodado como “ruiseñor” en Aranjuez, a través de una serie de situaciones marcadas por la comicidad que refleja una combinación del conflicto catalán de la actualidad con el arte, en un argumento que muestra al pintor, encarnado por el dramaturgo Ramón Fontseré, mientras pinta la obra “La morfina”, una pieza clave en su trayectoria, ya que fue adicto a esta droga.

El efecto causado por este estupefaciente lo sitúa ante la irrupción de unas huestes en escena, que acaban con su casa-museo y sus obras, dando lugar a situaciones de conflicto y enfrentamientos que suceden de forma sarcástica y tratadas desde la comicidad.

El sentido del humor es para la compañía “la herramienta que permite superar las dificultades de la vida, y es además algo intrínseco al sentido común desde los comienzos de la humanidad”, desgranan sobre el enfoque y la elección de Santiago Rusiñol como figura protagonista, un personaje que “oscila siempre entre el humor y la melancolía”, apunta la dramaturga Dolors Tuneu.

Así es como mediante una escenografía sencilla que “permite que el actor pueda lucirse”, el vestuario diseñado por Pilar Saiz y una “cuidada selección musical” conforman la obra, que definen como “una reivindicación del arte como patria universal frente a las patrias identitarias”, y que los Teatros del Canal acogerán en su Sala Verde hasta el veinte de septiembre.