Maria Rodés, la artista que da voz a las mujeres tachadas de “locas, obsesivas o acosadoras” por amar demasiado

Francisco Gámiz

5 de diciembre de 2025 22:04 h

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A Maria Rodés (Barcelona, 1986) le han pasado muchas cosas desde que publicara en 2010 su primer disco bajo el proyecto de Oniric. Una forma de hablar supuso la carta de presentación de una artista que, aunque pronto renunciaría a este nombre en favor del suyo propio, siempre ha mantenido su estilo musical sin caer en las tendencias que los algoritmos traen y se llevan. Es por ello que el nuevo trabajo de la cantante, Lo Que Me Pasa, es un homenaje al amor que, cubierto por el sonido folclórico y acústico que ha encumbrado sus mejores trabajos, ahonda en todas sus vertientes.

En la industria musical hay un prejuicio que suele recaer sobre gran parte de las mujeres: que si cantan mucho sobre sus exparejas, que si todas las canciones tienden a tratar los mismos temas románticos... Es una opinión que siempre va dirigida a ellas, pero nunca a ellos. En su último álbum, Maria Rodés aborda esta problemática desde un punto de vista todavía más general, reivindicando el respeto hacia las emociones femeninas y poniendo el foco en la importancia de la educación sentimental. “Es básico poder hablar de lo que nos pasa”, declara la artista a elDiario.es.

“Habría que mirar con lupa y no juzgar tan rápido a alguien de loca trastornada o de intensa, sino intentar ver qué hay detrás”, cuenta Maria Rodés sobre la intención a la hora de crear el disco. “Las mujeres reciben una presión muy grande para enamorarse, para que ese enamoramiento sea una salvación, para que las elijan y tengan un final de familia feliz... Y a veces, cuando eso no sucede, puede llevar a una persona incluso a la enfermedad mental”, añade la intérprete, que hace alusión al trastorno erotomaníaco, en el que alguien cree erróneamente que es amado por otra persona, generalmente de un mayor estatus social.

La artista catalana afirma que una mujer “es más frágil y más vulnerable a sufrir un tipo de trastorno mental como puede ser la erotomanía”: “Hay mucha literatura alrededor de las locas, de las acosadoras, de las obsesivas... Pero también hay una causa social que tiene que ver con una estructura patriarcal que presiona mucho a la mujer para que consiga esto en su vida”. Maria Rodés explora los deseos románticos femeninos en los 14 temas que componen el proyecto, inspirada sobre todo por la historia de Lidia Noguer, pescadera e hija de la última bruja de Cadaqués.

En 1904, Lídia Noguer acogió al escritor Eugeni d’Ors en su casa durante unos días y se enamoró de él. Esta figura padecía erotomanía, como Rodés fue descubriendo conforme se acercaba a su relato. Aunque Lídia nunca se atrevió a confesarle a d’Ors lo que sentía, cuando él se fue siguió preparándole la cena cada noche, esperando su regreso, y hasta leía cada artículo que este publicaba en La Veu de Catalunya, convencida de que entre las líneas había mensajes ocultos dirigidos solo a ella. “Lo que le pasó a esta mujer es lo que a veces nos pasa a todas, que es que, cuando nos enamoramos, proyectamos mucho y nos imaginamos cosas que a veces ni siquiera suceden”, explica la cantante.

Mientras que en el álbum hay canciones sobre la obsesión romántica como Hechizo, que dibuja el amor idealizado que se acaba confundiendo con delirio, también hay varias odas a la esperanza y a la autoconciencia. Una de ellas es El Parque, una colaboración con La Bien Querida que combate la etiqueta de femme fatale, “muy normalizada”. “No se ha puesto suficiente luz en la amante, que al final es quien ha sido manipulada a través de la ilusión romántica porque es vulnerable a serlo, porque se le ha inculcado en la cabeza desde niña que ese es su gran objetivo vital”, comenta Maria Rodés, que reclama que “falta visibilizar la dependencia emocional, muy provocada desde la infancia”.

La portada de Lo Que Me Pasa muestra a una Rodés de joven por el peso de la niñez en el contenido del disco. “Cuando somos pequeñas, las niñas tenemos tan reprimidas muchas emociones como la ira, el enfado, la rebeldía, y todas esas emociones se pueden expresar a través del enamoramiento. Cuando eso sucede, coge una intensidad que acaba convirtiéndose en el centro vital de las mujeres, pudiendo llegar a ser enfermizo”, señala la intérprete, que aboga también por el apoyo femenino. “En El Parque nos hermanamos entre mujeres. Si yo fuera la amante y tú fueras la engañada, no tenemos por qué ser enemigas. Las dos sufrimos de lo mismo, y hay empoderamiento a través de la sororidad”, expresa.

Los tiempos cambian y, a su vez, la forma en que nos relacionamos con los demás y estrechamos vínculos emocionales. Maria Rodés sostiene que ahora “existe la tendencia de centrar mucho la atención en uno mismo, en la independencia, en la autonomía, que viene muy reforzado por las redes sociales y el culto a la imagen propia”: “Hay mucha fantasía. La gente se mete en una aplicación y empieza a hacer una lista de lo que necesita en una persona. Pero es que no todo gira alrededor de ti, de tus necesidades o de lo que te conviene. El amor no tiene que ver con que el otro sea perfecto y se adapte al 100% a ti, sino que también tú puedas ver la realidad y lo que no te gusta y aceptarlo”.

“Cuando conoces a alguien y pasas un determinado tiempo con esa persona, empiezas a ver cosas que no te gustan tanto, que no encajan tanto con la idea que tú te habías hecho. Ahí es donde se prueba si hay amor o no, si no hay amor no vas a poder superar la realidad”, apunta la artista, que indica que, “como cada vez estamos más aislados, al haber menos conexión humana con los demás la necesidad de amarse se invierte en uno mismo”. Sin embargo, Rodés considera que “Tinder no es una mala plataforma para encontrar el amor”: “Más allá de que simboliza la frivolidad de elegir a alguien como si fuera un catálogo, ayuda a que se genere el accidente que lleva al amor”.

La artista destaca que las aplicaciones de citas “ayudan mucho a personas que ya no son tan jóvenes”, y agrega que “a partir de cierta edad cuesta más encontrar personas que no tengan pareja o que incluso en el ámbito social ya no salen tanto”: “Es una herramienta para encontrar a otras personas que están en tu situación, que están sin pareja, separadas, etcétera”. Asimismo, la catalana afirma que, “cuando eres mujer, el tema de que 'se te pasa el arroz' pesa mucho más”. “Es un miedo que existe. Las personas nos necesitamos y, en etapas más vulnerables como puede ser la vejez, necesitamos todavía más la compañía de los demás. Si no has tenido hijos, vas a tener que hacer comunidad de otra manera”, cuenta.

Maria Rodés presentará este nuevo trabajo con un concierto en Madrid y otro en Barcelona. El primero tendrá lugar el próximo 20 de febrero en la Sala Clamores, mientras que el segundo ocurrirá el 25 de febrero en la sala La 2 de Apolo. “Estos conciertos van a ser distintos a lo que vengo haciendo habitualmente, porque vengo de un mundo como muy de tocarlo todo, un mundo como analógico y musical”, dice la artista, que adelanta que “va a ser una experiencia nueva y muy divertida”.