Este blog se ocupará de las series más influyentes del momento, recomendará otras que pasan más desapercibidas y rastreará esas curiosidades que solo ocurren detrás de las cámaras.
Téa Leoni: “La política también puede ser esperanzadora”
La frenética actualidad informativa es la mejor campaña de promoción para los dramas políticos que se han multiplicado en las últimas temporadas. Algunos de ellos incluso han establecido una curiosa sinergia con la actualidad, que hace que a veces se adelanten a determinados acontecimientos y en otros encuentren inspiración para tramas que mantengan al espectador clavado ante la pantalla. En eso son especialistas en The Good Wife, una especie de oráculo en determinados temas, o una Homeland empeñada en convertirse en la sucesora de 24 a golpe de tramas de espionaje, traiciones y acción a raudales en una de las zonas más peligrosas del planeta.
House of Cards ya calienta motores y puñaladas por la espalda para su regreso del 27 de febrero y la última en unirse al club es Madam Secretary. La serie, que ha traído de vuelta a la televisión a Téa Leoni después de 16 años, debutó a principios de otoño en EE UU y llega esta semana a Movistar Series con sus 11 primeros capítulos.
La actriz estadounidense es Elizabeth McCord una antigua analista de la CIA, reconvertida en profesora universitaria, que es elegida para ser la nueva Secretaria de Estado. El presidente estadounidense (Keith Carradine) fue su mentor y su jefe en la CIA y recurre a ella cuando su antecesor en el cargo muere en extrañas circunstancias. Elizabeth es consciente de que su vida va a dar giro de 180 grados, está casada con un profesor universitario y es madre de tres hijos adolescentes, pero sobre todo tiene que asimilar que deja su burbuja académica para sumergirse en un ambiente donde las crisis internacionales y las luchas de poder copan la agenda del día.
Por el perfil es casi inevitable acordarse de Hillary Clinton, pero Téa Leoni asegura, en una entrevista para este blog, que la inspiración para el personaje de Elizabeth hay buscarla unos cuantos años más atrás. “Entiendo que mucha gente piense que Elizabeth es Hillary por el corte de pelo y ciertos rasgos de su carácter pero te puedo prometer que la inspiración es Henry Kissinger. De todas formas, no hice ninguna investigación previa sobre el trabajo que desempeñan los secretarios de Estado. Me fijé más en mi abuela, que trabajó para UNICEF, como voluntaria para el Gobierno estadounidense durante más de 30 años, crió a 5 hijos y a 27 nietos. Sí que me reuní con Madeleine Albright, una mujer increíble con una experiencia alucinante y muchas cosas que contar, algunas de ellas muy graciosas”.
Madam Secretary certifica que el auge de los dramas políticos tiene cuerda para rato en televisión. “La política es un escenario perfecto para el drama y plantean situaciones que a nosotros nos gustaría ver en la política real, como una mujer al mando de la Casa Blanca”. Pero para la actriz estadounidense la principal aportación de la serie va por otro lado y sobre todo en una época en la que los personajes femeninos se están haciendo fuertes en la ficción televisiva.
“Una de las cosas que más me interesó es el rol del marido de Elizabeth (interpretado por Tim Daly). En el mundo en el que nos movemos, no debe ser fácil para un hombre mantener esa confianza al lado de una mujer con tanto poder. Me alegra que actualmente haya tantas series con una mujer fuerte al frente, pero creo que queda mucho por hacer respecto a los hombres que las acompañan. Si yo fuera un hombre, me ofendería. Ya era hora de que hubiera un hombre que se mostrara tan encantado con el éxito de su mujer”.
Para la actriz este aspecto es el que mejor explica la apuesta de Madam Secretary por combinar el drama político, una red de conspiraciones y la historia familiar de la protagonista. “Me gusta que Elizabeth y yo tengamos que lidiar con situaciones muy parecidas, por el hecho de ser mujeres”, explica, “al principio estaba un poco preocupada porque Madam Secretary es menos oscura y podría resultar menos adictiva que House of Cards. Me decía, si empiezan a compararnos vamos a salir perdiendo. Elizabeth no tiene adicciones, su marido es fiel, no hay asesinatos…. Pero creo que en la ficción televisiva hay espacio de sobra para todo tipo de series y también para todo tipo de dramas políticos. Nuestra serie lanza una mirada más esperanzadora sobre el mundo de la política y yo me siento muy orgullosa”.
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