El puerto de València no remite a Ribó documentos de la ampliación una semana después de solicitarlos por escrito
“Con objeto de que los técnicos municipales puedan evaluar los riesgos de esta actuación sobre dichas playas, te solicito nos envíes copia de la parte del parte del proyecto de ampliación relativa al dragado de 350 hectáreas frente al Saler”.
Así reza parte de la carta que envió el alcalde de València, Joan Ribó, al presidente de la Autoridad Portuaria (APV), Aurelio Martínez, el pasado 12 de septiembre, a colación del proyecto de dragado de fondos marinos para extraer material que sirva de relleno para los muelles de la ampliación norte, supuestamente en una zona cercana a la playa del Saler.
En la misiva, Ribó muestra su “preocupación” por esta posibilidad y recuerda que “las playas del sur de València se encuentran en proceso de regresión”, por lo que “dragar el fondo marino frente al Saler puede acelerar dicho proceso de regresión en unas playas que forman parte del Parque Natural de l'Albufera y deberían gozar de los máximos niveles de protección”.
Sin embargo, fuentes municipales han asegurado que una semana después de remitir la carta no han obtenido respuesta alguna: “el alcalde llamó al presidente de la APV y este aseguró que no iban a extraer material del Saler, pero nos gustaría tener los proyectos para analizarlos con los técnicos municipales”.
Por su parte, consultadas fuentes de la APV sobre la ausencia de respuesta a la primera autoridad municipal, aseguraron que todo está publicado en el apartado de contratacín de la web de la entidad.
Por otra parte, el organismo portuario no ha confirmado si el consejo de administración del 27 de septiembre adjucará la construcción y la gestión de la ampliación norte a Terminal Investment Ltd. (TIL) del grupo MSC, una empresa que se presentó al concurso cuyo plazo para formalizar ofertas finalizó el pasado mes de mayo.
La futura terminal supondrá una inversión de unos 1.200 millones de euros: unos 400 millones en aportaciones de la APV y entre 800 y 900 millones de euros de aportaciones privadas. Su espacio tendrá capacidad para unos 5 millones de contenedores y está concebido para hacer frente al tráfico de contenedores esperado en el horizonte de 2050.
Para ello, contará con un muelle de atraque de hasta 1.970 metros de longitud con calado de 20 metros al costado del buque y en toda la dársena, una superficie de explanada adyacente y compactada de unas 137 hectáreas y un canal de acceso marítimo con 22,50 metros de calado.
Como avanzó eldiario.es, la construcción de la nueva terminal de contenedores supondrá modificar el proyecto inicial al trasladarse la terminal de cruceros a los astilleros de Boluda, eliminar un contradique y prolongar 500 metros el actual dique de abrigo.
Pese a estos cambios, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) descarta realizar una evaluación de impacto ambiental al considerar que legalmente no es preceptivo y que la elaborada en el año 2007 cuando se presentó el proyecto sigue siendo válida, pese a los cambios introducidos después.
