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La contradicción de la Universitat Politècnica de València: considera una tesis copiada y después la da por buena

Campus de la Universitat Politècnica de València.

Sergi Pitarch

Valencia —

¿Qué pasó entre el 6 de mayo de 2014 y el 19 de mayo de 2017 para que una tesis doctoral fuera considerada por la Universitat Politècnica de València un plagio y después la diera por buena con tanto interés que su autora sea nombrada catedrática? Los firmantes de los informes sobre el trabajo, entre otros factores llamativos.

La tesis doctoral Bases para el desarrollo de un proyecto de biblioteca digital como herramienta de apoyo a la formación a distancia vía internet, de Nuria Lloret, pasó de ser un trabajo considerado por la universidad como un plagio y que la propia institución consideró que dejaba “en entredicho la dignidad” de la universidad a servir para aupar como catedrática a la autora por parte del rector Francisco Mora.

La polémica arrancó en agosto del año 2012 cuando el periódico El Mundo reveló que la tesis doctoral de Lloret, leída en 2003, podría ser un plagio. Una año después, un grupo de profesores del departamento que dirigía la autora de la tesis deciden presentar un informe en el que incluyen los pasajes copiados del trabajo, denuncia que provoca que la universidad abra un expediente de información reservada, nombre a dos instructores y encargue a un catedrático independiente -de fuera de la Universidad Politècnica de València- una evaluación del trabajo.

El 24 de septiembre de 2013, el catedrático de Derecho Civil de la Universitat de València Mario Clemente Meoro emite un informe con una conclusión demoledora acerca de la tesis de Lloret: “La tesis objeto de este informe es en gran medida una copia servil de varias obras ajenas. La autora se limita a reproducirlas sin citarlas en ningún momento y sin apenas introducir modificaciones. Se limita a sustituir 'escuela' por 'centro' -incluyendo errores sintácticos al hacerlo- 'computadora' por 'ordenador', introducir alguna nota bibliográfica y suprimir algunos párrafos de los trabajos con los que construye el suyo. No solo se utilizan ideas, planteamientos y conceptos ajenos, sino que se reproducen literalmente las mismas palabras empleadas por autores que se han referenciado, con lo que se vulneran sus derechos de propiedad intelectual y se incurre en lo que se conoce como plagio”.

Los instructores del expediente pidieron alegaciones a Lloret que presentó documentos y se defendió, con fecha de 28 de enero de 2014. En su defensa atacó al instructor del procedimiento por “falta de imparcialidad” y porque no se hubiera investigado la filtración de las posibles irregularidades a la prensa.

El rector, que asumió las conclusiones del instructor, concluyó el 6 de mayo de 2014 que la tesis era un plagio, aunque decidió no emprender acciones disciplinarias contra Lloret porque los hechos estarían prescritos al haberse leído la tesis en 2003. Eso sí, en un duro párrafo que consta en el expediente acusó a la profesora de “haber puesto en entredicho la dignidad” de la universidad, más aún “al haber tenido publicidad este hecho en El Mundo”.

Pero todo quedó ahí. El rectorado inició el 27 de octubre de 2014 un expediente de revisión de oficio del acto administrativo nulo de expedición del título de doctor expedido a favor de Lloret, que debía hacer el Consell Jurídic Consultiu (CJC). El CJC dio audiencia a la interesada y pidió una instrucción complementaria, solicitando informes al tribunal de tesis doctoral, el director de tesis, la dirección de departamento de doctorado y la Comisión de Doctorado de la UPV. 

Según la información facilitada por la universidad, la Comisión Permanente de Doctorado decidió abstenerse y emplazó a los “expertos” a fallar sobre la tesis. Esos expertos no son más que los miembros del tribunal que aprobó la tesis en 2003. De esos evaluadores, uno no fue localizado, otra concluyó que la tesis está plagiada y tres que el trabajo es suficientemente novedoso, “sin que las coincidencias afecten a la originalidad de la tesis”. Y la decisión de los tres la que fue a misa.

Con este veredicto, el rector Francisco Mora decidió archivar el proceso de nulidad de la tesis el 19 de mayo de 2017, concluyendo que el trabajo “tiene suficientes aportaciones científicas para que el trabajo sea original”. El 22 de febrero de 2018, la universidad remitió al CJC el archivo de las actuaciones contra Lloret. Mientras tanto, y antes de informar al Consell Jurídic Consultiu, el rector nombró catedrática de la UPV a Nuria Lloret el 24 de noviembre de 2017.

Durante esos dos últimos años y en pleno procedimiento de revisión en el CJC, la universidad, a raíz de una denuncia de Lloret y otra profesora, mantuvo abierto un expediente por acoso al catedrático que hizo público y aportó pruebas sobre el presunto plagio de la tesis doctoral. La justicia le ha dado la razón. La universidad, no.

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