Al menos 24 personas han muerto y se teme que cerca de diez permanecen desaparecidas después de que un barco lleno de inmigrantes se hundiera frente a la costa norte de Estambul, en el Estrecho del Bósforo, según ha informado el diario Hurriyet, que ha asegurado la mayoría de los fallecidos son niños.
El barco llevaba a entre 30 y 40 personas, de las que han sido rescatadas con vida seis personas. La Guardia Costera de Turquía ha localizado por el momento 24 cadáveres. La cadena de televisión CNN Turk ha asegurado que los inmigrantes que viajaban en el barco proceden de Afganistán y de Siria. El siniestro ha tenido lugar cerca de Rumeli Feneri, una pequeña localidad en la confluencia del Bósforo y el Mar Negro.
Siete barcos de la guardia costera, un helicóptero y un equipo especial de buceadores están movilizados para efectuar los trabajos de rescate, según han informado los funcionarios al periódico 'Hurriyet'. Además, aseguran que varios pescadores han colaborado en esta labor.
“El viento está haciendo muy difícil nuestro trabajo. El barco es muy pequeño pero llevaba unas 40 personas. Estamos viendo cuerpos de niños flotando en el mar”, ha afirmado Alí Saruhan, una de las personas que participan en las labores de rescate.
“Había cadáveres de bebés flotando en el agua”
Los pescadores que presenciaron el accidente han asegurado a los medios que todos los cuerpos fueron encontrados con chalecos salvavidas. “Había cadáveres de bebés flotando en el agua. No logramos sacarlos hacia fuera” ha relatado Kadir Sert, uno de los primeros pescadores en llegar al lugar de los hechos.
“Vimos a una persona luchando en el mar. Tenía un chaleco salvavidas, estaba vivo. Lo sacamos. Su hermana estaba junto a él, pero ella no estaba viva. También hemos sacado una niña de tres o cuatro años. Desgraciadamente estaba muerta. Un hombre de cerca de 25 estaba llorando. Decía: ”mi hermano“. Estaba en estado de shock”, dijo Salih Bayraktar, otro pescador en declaraciones recogidas por el periódico Hurriyet.
El número de inmigrantes o refugiados que han tratado de llegar a Europa mediante una arriesgada travesía desde la costa occidental y meridional turca ha aumentado en los últimos tiempos, especialmente desde el comienzo de la guerra civil en Siria.