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La situación crítica de medio millar de migrantes sin papeles en huelga de hambre y sed pone en jaque al Gobierno belga

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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Son medio millar de personas que iniciaron una huelga de hambre el 23 de mayo. Y que desde el viernes pasado han dado un paso más y han decidido dejar de beber también. Están repartidos en tres lugares de Bruselas, la iglesia de Saint Jean Baptiste-Beguinage (donde hay dos centenares), y en las universidades ULB y VUB. “Estamos muy fatigados ya, cada vez más débiles, algunos empiezan a mostrar daños. La gente está estresada, cansada, con ansiedad, desesperada”, reconoce Tarik, quien hace las veces de portavoz de sus compañeros. “Dentro de la iglesia”, señala a un templo en el que sólo entra ya personal sanitario, “hay hombres y mujeres, con origen en Pakistán, Nepal, Egipto, Marruecos y Argelia”.

Según los medios belgas, Médicos del Mundo afirma que si no cambian las cosas, 300 huelguistas tienen sólo unos días de supervivencia por la huelga de hambre y sed. El director general de la ONG, Genet, afirma: “Se necesita una señal política a toda costa para que pongan fin a la huelga del hambre y la sed. De lo contrario, dentro de uno o dos días habrá una o más tragedias”.

¿Y qué reivindican? “Papeles para trabajar”, responde Tarik: “Hay algunos que llevan 10 años, 15 años, 20 años... Y que no tienen la residencia y, por tanto, papeles para trabajar, a pesar de que tienen títulos de su país y llevan desde entonces trabajando sin papeles”. ¿De qué? “En la construcción, como camareros, como fontaneros o electricistas, cuidando de los pequeños y de los mayores”, responde.

Tarik explica que, dado que en Bélgica no se reconoce la nacionalidad por nacimiento, hay chavales “nacidos en el país, escolarizados, pero sin papeles”. ¿A cuántas personas afecta este problema? “No se sabe la cifra exacta, hay organizaciones que hablan de unos 100.000”, explica Tarik, que lleva ocho años en Bélgica y tiene familia en Torrevieja: “Sólo se pide un permiso de residencia para poder trabajar legalmente y con dignidad”.

El problema es que “sin papeles trabajas 15 horas y te pagan 30 euros, por lo que gana sólo gana el patrón. Pierde el Estado porque no cotizas a la seguridad social. Sólo queremos papeles por trabajo”.

La situación se está volviendo crítica por el paso de los días y el endurecimiento de la huelga al haber dejado de beber. “Es una cuestión de vida o muerte”, afirma: “Ahora somos meros esclavos del patrón”.

El domingo por la noche, el secretario de Estado de Asilo y Migración Sammy Mahdi (CD&V) dijo en un comunicado que “todo el mundo quiere evitar una tragedia”. El director general de la Oficina de Extranjería realizó una visita el sábado con personal médico, con el objetivo de evaluar la situación a petición del secretario de Estado. “La evaluación del estado de salud es importante porque queremos evitar que alguien muera”, dijo Sammy Mahdi: “Seguimos esperando que la gente quiera que sus casos se traten individualmente, porque no habrá solución colectiva o concesiones para los huelguistas. De lo contrario, mañana habrá huelgas de hambre en todas las iglesias del país ”.

Pero la situación de los inmigrantes sin papeles se deteriora hora a hora. Este lunes se llevaron a una decena de ellos para recibir tratamiento, según informa Le Soir.

Y la presión se nota en el Gobierno. El viceprimer ministro belga, Pierre-Yves Dermagne, del Partido Socialista, indicó que había advertido al primer ministro, Alexandre de Croo y al resto del gabinete de que, en caso de muerte de algún migrante sin papeles, “los ministros y secretarios del Estado PS dimitirían en una hora”.

Los socialistas siguen descontentos con la forma en que se maneja esta crisis. Anoche se enviaron ambulancias al lugar de la huelga para garantizar que no hubiera riesgo de muerte a muy corto plazo. Ningún sin papeles accedió entonces a que se lo llevaran.

Es la primera vez desde el inicio de la crisis que un partido convierte esta huelga en una cuestión de gobierno, si bien la regularización colectiva no figura en el acuerdo de coalición, y que no se han atendido las demandas socialistas y verdes de soluciones alternativas.

Los verdes, Ecolo, también está presionando para encontrar una solución para los sin papeles. El copresidente del partido dijo en un tuit que su formación “tomaría acciones en total coherencia” con sus posiciones. Es decir, abre la puerta a la renuncia.

La Unión de Sin Papeles por la Regularización hace un seguimiento puntual de la huelga en Facebook, con fotos, vídeos y comunicados de los inmigrantes. En ella, se pueden ver imágenes de algunos de ellos con los labios cosidos como símbolo de la huelga de hambre.

La huelga de hambre comenzó en mayo por parte de 430 manifestantes al no avanzar las negociaciones con el secretario de Estado de Migración, Samy Mahdi, quien insiste en que sí que está dispuesto a dialogar, pero no sobre la regularización colectiva, al tiempo que pide que no se creen falsas expectativas.

En un artículo publicado este martes en la prensa belga, las organizaciones patronales y los sindicatos piden que los inmigrantes sin papeles tengan acceso al permiso “único”, para que puedan iniciar un procedimiento para trabajar en empleos que presentan escasez de candidatos en Bélgica.

El secretario de Estado de Asilo y Migración, Sammy Mahdi (CD&V), ha nombrado este lunes a un enviado especial para dirigir a los solicitantes de asilo en huelga de hambre a los procedimientos existentes: Dirk Van den Bulck, Comisionado General para Refugiados y Apátridas.

Mahdi afirma que las personas en huelga de hambre pueden discutir su caso individualmente con el personal de la Oficina de Inmigración: “Cualquiera que desee presentar un expediente de regularización puede hacerlo en el acto”.

Dos relatores de la ONU piden medidas

Dos representantes de Naciones Unidas han exhortado a las autoridades belgas a tomar medidas. Los relatores especiales Olivier De Schutter y Felipe González han redactado una carta abierta a Mahdi para ofrecer “una salida al bloqueo”.

González, relator especial de la ONU sobre derechos humanos de migrantes, sostiene que el Gobierno belga “debería considerar emitir permisos de residencia temporal que permitan que toda persona que presente una solicitud para quedarse regularice el derecho de ejercer una actividad económica”.

En primer lugar, los expertos piden al Gobierno que establezca un mecanismo permanente, independiente e imparcial que sea competente para examinar las solicitudes de regularización, ya que actualmente, las personas que desean regularizar su situación “se ven disuadidas de hacerlo por miedo a ser detenidas y expulsadas del país”. En segundo lugar, defienden que es urgente precisar y ampliar las condiciones de acceso a los procedimientos de regularización. Por último, instan al Gobierno a proteger los derechos humanos de los inmigrantes sin papeles en materia de empleo, educación, vivienda y salud. 

“La información que hemos recibido es alarmante y varios de los que se encuentran en huelga de hambre se encuentran entre la vida y la muerte”, dice De Schutter, relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos.