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Altos cargos de la ingeniería pública se niegan a firmar megaproyectos para evitar responsabilidades

El AVE a La Meca ha empezado a circular en pruebas.

Pablo García

Decenas de cuadros intermedios de la ingeniería pública Ineco llevan prácticamente un año soportando una situación anómala en la firma estatal: los que antes firmaban proyectos, superiores jerárquicos de la empresa, han dejado de asumir su autoría, que ahora recae sobre los técnicos intermedios. Esto ocurre fundamentalmente en los grandes proyectos internacionales, tales como el famoso AVE a La Meca, pero también en las obras más modestas, nacionales o internacionales.

Así lo ha corroborado eldiario.es a través de más de una decena de fuentes consultadas en la empresa de ingeniería, que coinciden en varios puntos: se acumulan las horas extra sin por ello repercutir en beneficios salariales o laborales; se acepta la responsabilidad civil y penal que conlleva aprobar y validar estos proyectos; y desaparecen las firmas de los superiores fuera de convenio, a saber, gerentes, directores, jefes de departamento y jefes de división.

En el caso del consorcio Al Shula, el que asume la trascendental Fase 2 del AVE a La Meca y en el que participan 12 empresas españolas -entre ellas Ineco- y dos saudíes, la situación se produce constantemente, denuncian, desde el anonimato, los entrevistados. Según varios formularios a los que ha tenido acceso este medio, la asunción de los proyectos constaba de cuatro fases: Prepared (Preparado), Checked (Verificado), Validated (Validado) y Approved (Aprobado).

Vacío tras los ceses

Al menos la validación y aprobación eran antes asumidos por máximos responsables del consorcio: Moisés Gilaberte, procedente de Ineco y director ejecutivo de Proyectos hasta su cese el pasado diciembre, y Javier Sancho, que tuvo el mismo cargo en la ingeniería pública. Ambos han sido sustituidos, pero no sobre el papel: “La responsabilidad recae directamente sobre los técnicos intermedios porque ni los responsables del consorcio ni los de Ineco quieren firmar”.

Preguntados a este respecto, portavoces autorizados de la compañía califican este hecho de “incierto”. “Los proyectos del AVE Meca-Medina, como cualquier proyecto que elabora Ineco o cualquier empresa del ingeniería a nivel mundial, van firmados por el ingeniero jefe que los elabora, es decir, por el jefe de proyecto. Éste no sólo tiene la titulación y los conocimientos adecuados para firmarlos sino que es él quien determina qué debe llevar el diseño”, dice la empresa.

“En el caso de Meca-Medina”, continúan las fuentes oficiales de Ineco, “los coordinadores de los proyectos, que también los firman como sus revisores, atesoran alrededor de veinte años de experiencia y son los superiores de los jefes de proyecto”.

“Hacemos horas sin ton ni son”

Una explicación rebatida punto por punto por todos los consultados entre los cuadros intermedios. “Una gran mayoría de los que firmamos no tenemos esa supuesta experiencia ni de lejos. La dirección habla de jefes de proyecto y se queda tan ancha, cuando saben que se trata de técnicos cualquiera sin una perspectiva total sobre lo que se está firmando”. Otro de los eufemismos utilizados para referirse a los mandos intermedios es el de “gerentes técnicos”.

Tras una primera respuesta, este medio ha remitido a la cúpula las críticas de los trabajadores y la desaparición de superiores contratados fuera de convenio de las firmas de responsabilidad, como ocurría durante la etapa de Gilaberte y Sancho. “Anteriormente se hacía de una manera y ahora de otra, sin que por ello haya una merma en la calidad”, insisten en el ente. “Los coordinadores que están por encima en el escalafón jerárquico supervisan los proyectos que los responsables técnicos firman. La fiabilidad sigue siendo del 100%. Y todo el mundo sigue el procedimiento establecido”.

“Al final lo que ocurre es que nos metemos horas sin ton ni son por ese prurito de profesionalidad que tenemos los ingenieros”, carga otro operario. “El pasado invierno fue sangrante y algunos tuvimos que acudir al comité de empresa a denunciar la carga de trabajo indiscriminada”. Varios de los sondeados manejan unas cuantas soluciones, como elevar el salario de los que firman proyectos o incluir a los superiores que hasta ahora se niegan a estampar su firma como coautores, para que respondan ante eventuales responsabilidades.

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