Los cinco grandes bancos pagarán más de 1.000 millones con el nuevo impuesto tras ganar 20.800 millones

Diego Larrouy

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Los cinco bancos que han informado del gasto de este año en el nuevo impuesto a la banca —CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter— estiman una factura acumulada de unos 1.000 millones de euros. El principal desembolso será el de CaixaBank, que pagará 400 millones de euros.

BBVA y Santander, por su parte, estiman un gasto de unos 225 millones cada uno. Sabadell abonará 170 millones y Bankinter, entre 80 y 100 millones. Unicaja es la única de las grandes entidades que no ha publicado este dato.

Comparando el pago del impuesto con el beneficio que han obtenido estas cinco entidades únicamente en España, resulta de una porción de en torno al 13%. Los distintos bancos se encuentran ahora analizando si recurren este impuesto, toda vez que tienen que hacer el primer pago antes del 20 de febrero.

La entidad que ha sido más clara en esta batalla ha sido Bankinter, aunque todas han dejado la puerta abierta a judicializar el nuevo tributo. “Estamos analizando desde el punto de vista jurídico si tiene sentido o no una impugnación del impuesto”, ha asegurado José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, este viernes.

El nuevo impuesto a la banca supone, en realidad, gravar los ingresos y no los beneficios. En concreto, aplica una tasa del 4,8% sobre el conjunto de los ingresos de la actividad bancaria en España. Es decir, grava los intereses y las comisiones que ingresan los bancos. Estas vías de ingresos han acelerado durante el año 2022, tal y como muestran los resultados presentados durante los últimos días.

El margen de intereses es la diferencia entre los intereses que pagan por su actividad y lo que ingresan por su labor. Ascendieron, sumando los seis principales bancos del país, a casi 20.000 millones de euros, un 12% más que un año antes. Esta magnitud llevaba años estancada, con crecimientos que apenas rondaban el 1% por los tipos de interés negativos con los que se operaba. Las entidades aseguran que ya se ha comenzado a apreciar, en la recta final del año, el impacto de la subida del euribor, si bien plantean que el grueso de este aumento se producirá en 2023. Las comisiones supusieron 11.163 millones de euros, con un crecimiento más modesto, del 6%.