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Contrata una habitación de hotel y permite que duerma caliente una persona sin hogar este invierno

Página web de la la cadena de hoteles Albrechtshof en la que se puede donar una habitación para una persona sin hogar

Aldo Mas

A Berlín también se la conoce en Alemania como la capital de las personas sin hogar. En los próximos meses, las temperaturas se moverán en la capital de Alemania entre los cuatro y los menos dos grados centígrados. En Berlín, los rigurosos inviernos obligan a debates públicos como el mantenido estos días alrededor de la Compañía Berlinesa de Transporte (BVG, por sus siglas alemanas) que se negaba a mantener abierta a modo de refugio contra las bajas temperaturas alguna de sus estaciones para las personas sin hogar.

Costó lo suyo, pero el Gobierno de la capital alemana, que no cuenta por sí mismo con capacidad para asistir a las 6.000 personas estimadas que duermen en las calles de Berlín, terminó por arrancar un acuerdo a la BVG este martes. Así, este invierno habrá dos estaciones abiertas durante las frías noches.

Una mejor ayuda que esa solución de urgencia recibirán las personas que se beneficien del programa lanzado por la cadena de hoteles berlinesa Albrechtshof. Esta empresa, que cuenta con cuatro hoteles de tres estrellas en la ciudad, ofrece a sus clientes la posibilidad de hacer donaciones en el momento de realizar sus reservas con la idea de ampliar la oferta de la organización caritativa  Berliner Stadmission. Esta institución cuenta con instalaciones de asistencia a los más necesitados, incluidas las personas sin hogar.

Dado el significativo el crecimiento del número de personas sin casa que ha experimentado la capital alemana en los últimos años, la iniciativa de estos hoteles se hace notar. Entre noviembre de 2017 y el pasado 31 de marzo, se financiaron a través de este sistema de reservas hasta 500 noches en albergues para personas sin hogar. En ese periodo —la “temporada de invierno” en términos hosteleros— las donaciones de clientes de los hoteles Albrechtshof llegaron a los 10.000 euros.

Son números modestos. Pero el potencial es muy grande, sobre todo si la idea se populariza. En 2017, Berlín recibió casi 13 millones de turistas. El pasado ejercicio se pagaron por algo más de 31 millones de noches en establecimientos hoteleros.

“¡Done calor!”, exclama bajo los datos de la reserva la página web de uno de los hoteles de la empresa berlinesa. A la hora de reservar una habitación en uno de los establecimientos Albrechtshof, se pueden añadir al precio entre 20 y 80 euros de donación destinados a que entre una y cuatro personas sin hogar pasen una noche caliente en uno de los albergues de la Berliner Stadmission. En esos refugios también se facilitan medios de aseo e higiene además de asistencia médica.

“Los beneficiarios no sólo duermen en un lugar caliente y seguro, también tienen acceso a una comida caliente, bebidas calientes, ropa y otras cosas que pueda necesitar”, dice a eldiario.es Stephanie Lange, responsable de comunicación de la cadena hotelera berlinesa. “Los albergues con los que colaboramos permiten dar cobijo a hombres y mujeres que duermen por separado, y también hay espacio para sus perros, en caso de tenerlos. Esto es importante, porque en ocasiones las personas sin hogar no quieren ir a los albergues ya que no todos tienen sitio para los animales de compañía”, agrega.

37.000 personas sin hogar en Berlín

Aunque no hay datos oficiales exactos, este año se han contado cerca de 37.000 personas sin casa en Berlín. La mayor parte de este grupo suele encontrar soluciones habitacionales aunque sigan en una extrema precariedad. Por ejemplo, pueden vivir temporalmente con familiares o amigos o contar con la ayuda de organizaciones caritativas.

Para quienes no encuentran este tipo de ayuda, en el peor de los casos, estarán abiertas este invierno las estaciones de metro de Moritzplatz y Lichtenberg. No todas las personas sin casa pueden encontrar refugio en albergues gracias a las donaciones que facilitan los clientes de los hoteles Albrechtshof.

“En invierno, los berlineses están muy concienciados y cuando ven que hay alguien en la calle durmiendo, en una noche de bajas temperaturas, llaman al Kältebus”, abunda Lange, aludiendo al “Autobús del frío”. Este es otro servicio de la Berliner Stadmission que ayuda a las personas sin hogar. Consiste en un autobús que se desplaza por la ciudad entre las nueve de la noche y tres de la mañana. Permite recoger a personas que viven en la calle para llevarlas a un refugio, en caso de que lo deseen, o a un centro de atención médica.

“En Berlín existe una red de atención a las personas sin hogar bastante amplia”, apunta a eldiario.es Ortrud Wohlwend, responsable de uno de los albergues de la Berliner Stadmission.

“Un granito de arena” ante un problema creciente

Sin embargo, iniciativas como el “Autobús del frío” o las donaciones a través de reservas hoteleras, según reconoce Lange, son un “un granito de arena”. “Se necesita más apoyo e iniciativas en Berlín para luchar contra este problema”, estima la responsable de comunicación de la pequeña cadena de hoteles de la capital.

En su compañía dicen sentirse muy identificados con Berlín. Por eso quieren también hacer ver a sus miles de clientes aspectos de la ciudad como la dramática situación que viven las personas sin hogar. “No nos vemos únicamente como un actor económico, también queremos aportar algo a nivel social para nuestra ciudad. Berlín es nuestra ciudad y tenemos una responsabilidad”, dice Lange. “Esto es algo que se ve en nuestros hoteles, muchas de las donaciones también se hacen en la recepción al darse cuenta allí a los clientes de la existencia del programa de ayuda que tenemos”, añade.

El drama de las personas sin hogar en Alemania se ha agudizado en los últimos años. Este drama lo padecen especialmente las grandes ciudades, entre otras cosas, debido al alza de los precios del espacio habitable y a la gentrificación. La Asociación Federal para las Personas sin Hogar en Alemania (BGA, por sus siglas alemanas), con datos de 2017, apuntaba la existencia en el país de Angela Merkel de 860.000 personas sin hogar. La mayoría vive en casas de familiares o amigos, en albergues e instalaciones de beneficencia o en la calle.

Las previsiones que hacía la BGA el año pasado para 2018 apuntaban a una “población sin hogar” creciente que alcanzaría los 1,2 millones de personas. Ante este problema, de poco o nada parece servir al país de Angela Merkel que los datos macroeconómicos germanos sean motivo de envidia en el continente, con un paro situado en 4,9% y un crecimiento económico que, para 2018, según la previsión del Gobierno, será del 1,8%. En este contexto, Lange se muestra convencida de que este año se registrarán más donaciones que en 2017. Cree que se superarán las 500 noches en camas calientes para las personas sin hogar conseguidas por sus hoteles el pasado invierno. Pero no serán suficientes.

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