Goldman Sachs sacude el accionariado de Santander y BBVA con cientos de 'apuestas' financieras

Diego Larrouy

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Movimientos de calado en el capital de la gran banca española. Las dos mayores entidades, BBVA y Santander, tienen un nuevo primer accionista y es el mismo para ambas: Goldman Sachs. El gigante de la banca de inversión estadounidense supera así a Blackrock, hasta la fecha el principal inversor en los dos grupos españoles. Con este movimiento, los dos grandes nombres del sector financiero norteamericano suman más del 14% en los dos mayores bancos españoles. O, traducido en dinero, la apuesta por estas dos entidades por parte de Blackrock y Goldman Sachs tiene un valor de mercado de más de 10.600 millones de euros.

La operación de Goldman Sachs se produjo el pasado 2 de diciembre, aunque ha aflorado esta semana. El grupo estadounidense ha superado de la noche a la mañana el 7,4% del capital de sendos bancos. En el caso del Banco Santander es una entrada nueva, ya que antes de la fecha no tenía ninguna posición en la entidad que preside Ana Botín. En el caso del grupo presidido por Carlos Torres, Goldman Sachs contaba antes de la operación con el 0,76% del capital.

Este fuerte y repentino movimiento de Goldman Sachs deja atrás a la de Blackrock, la mayor gestora de fondos de inversión y que durante los últimos años se ha posicionado como el principal inversor de la banca española. BBVA y Santander son los dos bancos españoles más grandes por volumen de activos. Son, también, los más internacionalizados. De hecho, su negocio español no supone la principal fuente de ingresos y beneficios en ninguno de los dos, superados por otros mercados como México, Brasil o EEUU. En España, BBVA y Santander se ven superados por la actividad de CaixaBank, especialmente tras la absorción de Bankia. Ambos suman más del 34% de la cuota de mercado en depósitos en España.

El movimiento de Goldman Sachs lleva a una situación peculiar. BBVA y Santander son rivales, pero actualmente comparten a sus principales propietarios. Blackrock y Goldman Sachs, dos de los nombres más influyentes de los mercados financieros, suman más del 14% de la primera entidad y casi el 13% de la segunda. Sin embargo, la filosofía de Blackrock y la naturaleza del movimiento de Goldman Sachs, con derivados financieros, hacen que esta propiedad no tenga efecto directo en la gestión del banco, no tienen asiento en los consejos de administración. Son meros movimientos financieros.

Durante la pandemia, Blackrock llegó a posicionarse en las seis entidades que figuraban en el Ibex, aunque desde entonces ha rebajado su exposición en alguna de ellas. Desde 2019, este fondo controla el 5,4% de Banco Santander y el 5,9% de BBVA. Además, está presente en CaixaBank (3,2%) y es el primer accionista de Sabadell (4,6%). En total, su participación en la banca española tiene un valor de mercado actual de 5.500 millones de euros, frente a la valoración que suman las apuestas de Goldman Sachs en los dos grandes grupos, que supera los 5.900 millones.

Sin embargo, la estrategia de los dos grandes grupos financieros con los bancos españoles es distinta. Blackrock es una gestora de fondos de inversión. Es decir, no es solo un vehículo a través del cual figuran en el accionariado de ambas entidades. La gestora, liderada por Larry Fink, es una de las voces con más relevancia en el sector financiero, tanto en EEUU como en Europa y otros mercados. Sus apuestas son a largo plazo —mantienen la misma participación en Santander y BBVA desde 2019— y nunca participan en la toma de decisiones de las compañías en las que participan, tienen una posición pasiva. Al menos, directamente. Fink es conocido por sus comentarios en cartas que remite a los CEO de las empresas en las que participa para impulsar determinados comportamientos en la gestión de las compañías.

El caso de Goldman Sachs es distinto. La inversión del grupo financiero en BBVA y Santander no es única, sino múltiple. De hecho, son más de 1.500 los derivados que tiene firmados y sobre los que ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esto significa que no es propietario directo de esas acciones. Del 7,4% que tiene en Santander, solo el 0,26% es participación directa; en el BBVA apenas cuenta con un 0,59%. El resto corresponde a movimientos financieros firmados con otros accionistas de estos bancos que buscan una rentabilidad centrada, fundamentalmente, en el corto plazo.

Son numerosos los modelos de instrumentos financieros utilizados por Goldman Sachs en los dos grandes bancos españoles, pero destaca uno, los llamados 'call options'. En resumidas cuentas, esta operación supone que el inversor en cuestión acuerda con otro una compra de sus acciones a los precios actuales, pero en un futuro, a cambio de una prima. Cuando vence esa fecha fijada en el contrato, Goldman Sachs adquiere ese título y pueden venderlo con el precio que tenga la acción en ese momento. Si el precio ha subido, el inversor gana la diferencia entre el precio al que compró y al que vende. Si cae, sufrirá pérdidas.

Es una inversión recurrente de Goldman Sachs en la Bolsa española. Este año ha realizado operaciones similares en Indra, cuando en junio y noviembre se convirtió en uno de sus principales accionistas para luego caer a una presencia residual. Lo mismo ocurrió en julio, en Repsol o en enero, en Sacyr. En ambos casos llegó a superar el 5% del capital para, posteriormente, dejar de figurar entre los accionistas significativos. El banco de inversión no figura actualmente en ninguna de las grandes cotizadas en España como inversor relevante, además de ahora en Santander y BBVA.

Fecha de caducidad

Es por ello que la posición de liderazgo que ha tomado Goldman Sachs en el capital de los dos bancos puede tener fecha de caducidad. Algunos de los principales derivados de los que ha informado a la CNMV y que le dan ese accionariado vencen esta misma semana, por lo que el porcentaje del que es propietario en Santander y BBVA se podría reducir en los próximos días. La información remitida al regulador no incluye el precio de las operaciones realizadas por Goldman Sachs, por lo que no puede concretarse la ganancia con la que pueden cerrar estos movimientos. El pasado día 2, cuando están fijadas las posiciones, BBVA cotizaba en 5,61 euros por acción y Santander, en 2,83 euros. Al cierre de este martes, el primero estaba en 5,55 euros por título y el segundo, en 2,79 euros.

La apuesta de Goldman Sachs se produjo más de una semana después de que el Congreso aprobara la creación de un impuesto a la banca. El tributo, que gravará los ingresos de intereses y comisiones durante dos años, se encuentra ahora en el Senado, a la espera de que se pueda cobrar ya sobre los resultados de este año. El sector elevó hace unos días el tono contra esta nueva figura tributaria y se dio por hecho que acabará siendo recurrida en los tribunales. Una de las críticas que han hecho las distintas entidades es que tendrá un efecto negativo sobre los inversores que tengan acciones, ya que defienden que su cobro afectará a los resultados y, con ello, a la cotización. La apuesta del banco de inversión estadounidense es, sin embargo, que las acciones suban durante los próximos meses.

Frente a un Ibex 35 que retrocede en el acumulado del año, la banca se sitúa entre los nombres que más ganan en Bolsa este 2022. Sabadell es, de hecho, la compañía que más sube del selectivo bursátil español, un 49% en lo que va de curso. CaixaBank gana más de un 44%; Bankinter, un 35%; y BBVA, casi un 14%. Santander es el único banco que cotiza en negativo frente al cierre de 2021, aunque apenas un 0,34%.

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