Las pensiones subirán un 8,5% en 2023

Laura Olías

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La subida de pensiones de 2023 se confirma en el 8,5%, como preveía el Gobierno. Así resulta del dato provisional de IPC de noviembre, del 6,8%, con el que ya se puede calcular la revalorización anual de las pensiones. La inflación media del año queda en un 8,5%, confirman desde el Ministerio de la Seguridad Social. Por otro lado, de momento el alza del ingreso mínimo vital (IMV) para el próximo año continúa sin aclararse.

Aunque el dato de inflación de noviembre es provisional, todo indica que la subida anual de las pensiones se quedará en este dato previsto, con el que el Gobierno calculó la partida de la Seguridad Social en los Presupuestos para 2023.

El alza se calcula teniendo en cuenta el IPC medio del año, con los valores de IPC interanuales de los meses de diciembre del año anterior a noviembre del año en curso. Es decir, de diciembre de 2021 a noviembre de 2022, en este caso.

Se calcula así tras la reforma de pensiones del Gobierno de coalición, que en su primer bloque reguló el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas mediante esta fórmula. Se acabó así con las alzas del 0,25% anuales de la reforma unilateral de Mariano Rajoy de 2013.

Este año, de fuerte tensión inflacionista, deja finalmente un incremento de las pensiones muy elevado, de ese 8,5%. El cálculo sitúa el dato exactamente en el 8,45%. Desde el Ministerio que dirige José Luis Escrivá confirman así el 8,5% presupuestado, aunque con la precisión de que aún el dato de IPC de noviembre es provisional.

Pensión máxima de 3.059,2 euros al mes

Con este incremento, la pensión máxima quedará situada en los 42.829,2 euros anuales el próximo año, por encima de los tres mil euros al mes. En concreto, en 3.059,2 euros al mes en 14 pagas.

Por su parte, las pensiones mínimas de jubilación –que dependen de la situación del beneficiario– quedarán como sigue:

  • Para las personas jubiladas con 65 años o más, en los 10.405,1 euros anuales (743,2 euros al mes) si tiene cónyuge no a cargo; en 10.962,6 euros al año (783 euros al mes) si no tienen cónyuge; y en 13.526,7 euros anuales (966,2 euros al mes) en los casos con cónyuge a cargo.
  • Para las personas jubiladas con menos de 65 años, en los 9.694,3 euros anuales (692,5 euros al mes) si tiene cónyuge no a cargo; en 10.256,3 euros al año (732,6 euros al mes) si no tienen cónyuge; y 12.682 euros al año (905,9 euros al mes) con cónyuge a cargo.

15% en las pensiones no contributivas ¿y el IMV?

Hay que destacar una excepción a esta revalorización general del 8,5% de las pensiones. El Gobierno ha pactado con EH Bildu en la negociación presupuestaria que las pensiones no contributivas mantendrán en 2023 el incremento del 15% acordado este año por la crisis derivada de la guerra en Ucrania.

Este mayor incremento abre una incógnita respecto el ingreso mínimo vital (IMV). La renta mínima estatal se revaloriza según las pensiones no contributivas, según establece la legislación que lo regula, pero desde el Ministerio de la Seguridad Social no confirman por el momento si también se mantendrá el alza extraordinaria del 15% para el IMV.

En los Presupuestos está plasmado un incremento del ingreso mínimo del 8,5%, que era el que estaba presupuestado de inicio por el Ejecutivo para las pensiones no contributivas. Tras este nuevo acuerdo, habrá que esperar a la confirmación del Ministerio de Escrivá para conocer finalmente cuánto subirá el IMV. De aplicarlo, el Gobierno podría incluir este mayor aumento del IMV en el paquete de medidas de alivio a la situación inflacionista que suceda al actual, cuya vigencia finaliza el 31 de diciembre.

Pensiones bajo el foco

El alza de 2023 se confirma en una mañana con las pensiones en el punto de mira por el segundo bloque de la reforma que pretende aprobar el Gobierno. El Ministerio de José Luis Escrivá presentó por fin ayer lunes su propuesta a los sindicatos y empresarios, que se puede consultar aquí.

La oferta del Ministerio recoge un punto controvertido, que ha vuelto a abrir un nuevo choque en el Gobierno. El Ministerio de Escrivá propone ampliar el periodo de cómputo para calcular la pensión de los 25 a los 28 años, algo que ya ha anunciado la vicepresidenta Yolanda Díaz que rechazan desde Unidas Podemos.

La Seguridad Social plantea que la pensión se calcule según los últimos 30 años de la vida laboral, con la posibilidad de descartar los dos peores. Es decir, la base para la pensión se calcularía finalmente con 28 años respecto a los 25 actuales.

La medida, que Escrivá insiste que en global tendría efecto “neutro” (ni aumento del gasto ni recorte), puede beneficiar a algunas personas, como desempleados en edades avanzadas, y perjudicar a otras, como aquellas con carreras laborales estables y con salarios ascendetes.

Aunque algunas personas resulten beneficiadas, en general, los aumentos de los años para calcular la jubilación suelen reducir la pensión. En esta ocasión, el ministro insiste en que eso no ocurre por incluir dos medidas complementarias: el descarte de los dos peores años y la mejora de las llamadas “lagunas” de cotización (los vacíos o interrupciones en la vida profesional).

Por el momento, parece que la medida no convence a nadie. Ni a Unidas Podemos, ni a los sindicatos, ni a los empresarios. El Ministerio subrayó ayer que esta es solo una propuesta y que la negociación sigue abierta. El plazo para el debate es corto: hasta final de año, como se ha comprometido a Bruselas.