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9 bulos sobre el reciclaje que no deberías creer

Bloques de papel apilados.

Concha González

Pese a que la concienciación ecológica y medioambiental de los españoles crece a paso agigantados, el reciclaje continúa siendo una asignatura pendiente para algunos españoles. Muchos de los que todavía se resisten a cuidar del planeta lo hacen por desidia, pero otros tantos se niegan por ignorancia o desconfianza. No en vano, suelen esgrimir como excusa mitos que carecen de veracidad. ‘En las plantas lo juntan todo’, ‘el reciclaje quita empleo’ o ‘los productos reciclados son peores’ son algunos de los más conocidos. A continuación, desmontamos estas y otras seis tres falsas afirmaciones sobre el reciclaje.

1. En los camiones lo juntan todo

Quizá una de las leyendas urbanas más extendidas. Probablemente debido a que algunos camiones recogen residuos procedentes de diferentes tipos de contenedores, dando la sensación visual de que en su interior ‘se junta todo’. Nada más lejos de la realidad, pues este tipo de vehículos dispone en su interior de un sistema bicompartimental que permite almacenar distintos deshechos sin que se mezclen.

La utilización de este sistema también contribuye al cuidado del medioambiente, pues reduce el número de camiones circulando, evitando así la emisión de millones de toneladas de C02 a la atmósfera.

2. Si no lo mezclan en los camiones, lo hacen en las plantas

Si no lo mezclan en los camiones, lo hacen posteriormente en las plantas, proclaman los desconfiados. Otro bulo. Tras su recogida, los diferentes tipos de residuos son llevados a alguna de las 95 plantas de selección existentes en España, para su separación, clasificación (manual y automática), limpieza y procesamiento, en función de los materiales de los que está fabricados. Este proceso garantiza que los deshechos puedan ser tratados correctamente y, más tarde, reciclados.

3. El reciclaje quita empleo

Para que el ciclo del reciclaje funcione de manera efectiva, además del gesto de los ciudadanos, se necesita la intervención de numerosos profesionales, tanto del ámbito público como el privado: personal para las rutas de recogida de los residuos, empleados para las plantas de selección…

Según Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje de envases en España, el reciclaje de envases ha generado hasta la fecha en España más de 42.600 puestos de trabajo, 9.400 de ellos de forma directa.

4. Los objetos solo pueden reciclarse una vez

Algunos materiales, como el vidrio o el plástico, pueden ser reciclados de forma casi ilimitada sin perder su calidad, ahorrando en recursos y energía.

5. La calidad de los productos reciclados es peor

Los productos elaborados a partir de materiales reciclados tienen la misma calidad que los que no lo son. La prueba es que cada vez es más común encontrar todo tipo de productos reciclados en el mercado, pues en numerosas ocasiones los envases que se reciclan se utilizan para la fabricación de textiles, mobiliario… En el caso de las latas, tras el proceso de reciclaje, se convierten en bobinas de aluminio con las que se fabricarán nuevas latas de refresco o de conservas, o llantas de bicicleta. Por su parte, los tetra briks, reciben una nueva vida como aglomerado para muebles o lingotes de aluminio. Los plásticos, PET, PEAD, film y plástico mezcla, son convertidos en poliéster reciclado con el que se crean fibras textiles, mientras que los envases del contenedor azul (papel y cartón) renacen como bobinas de papel nuevo para cajas de zapatos, libros y periódicos, entre otros productos.

6. Reciclar contamina

La fabricación de productos a partir de elementos reciclados aporta muchos más beneficios ambientales que si estos se elaboran desde cero. Solo en 2018, los españoles reciclamos 1.453.123 toneladas de envases domésticos, lo que permitió ahorrar 1,45 millones de toneladas de materias primas y la emisión de 1,6 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a 8.200 vuelos realizados entre Madrid y Canarias. Gracias al reciclaje, también se redujo el gasto de energía en 6,21 millones de MWH y el consumo de agua en 20,3 millones de m3.

7. Cuesta más reciclar que fabricar un producto de cero

Un punto que entronca con el anterior. De nuevo, aquí debemos hacer referencia al enorme coste que supone para el medio ambiente extraer continuamente materias primas para generar productos. Bastan un par de datos para ilustrar a los más desconfiados: fabricar una lata con materiales reciclados reduce un 95% la energía, mientras que en el caso de la fabricación de papel reciclado el consumo de energía y agua es un 62% y 86% menor, respectivamente.

8. Transportar los productos reciclados contamina más

La afirmación correcta es al revés: en muchas ocasiones la recogida y transporte de los productos reciclados contamina menos. Esto es así debido a que habitualmente estos deshechos solo se trasladan cuando alcanzan un determinado volumen, lo que permite realizar un número inferior de viajes y, por tanto, reducir la contaminación.

9. Una persona sola no hace la diferencia

Cada persona genera en torno a 470 kg de basura al año, motivo por el que la aportación de individuo es crucial.

En España, un total de 37 millones de ciudadanos afirman reciclar. Gracias a ello, en 2018 se ha logrado alcanzar una tasa de reciclaje de envases domésticos del 78,8% (frente al 65% exigido por la Unión Europea para 2025), aunque se debe recordar que estos solo tienen un peso del 8% sobre el total de residuos urbanos que se generan.

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