Grito a la igualdad y la diversidad sexual en la Asamblea de Extremadura
La bandera arco iris, insignia que defiende los derechos de las personas gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, ondeó de nuevo en la Asamblea de Extremadura.
Fue en un acto institucional que quiso visibilizar la diversidad y romper aquellos muros que hoy día siguen discriminando a las personas por su orientación sexual o identidad de género. “Un grito por la igualdad en esta región”, y porque otros muchos 17 de mayo instituciones y organizaciones LGTBI sigan visibilizando este día, según destacó la presidenta de el Asamblea de Extremadura, Blanca Martín.
En el acto se dieron cita activistas y representantes políticos contra la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia, entre ellos el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.
También estaba el exdiputado de IU Víctor Casco, activista LGTBI que trabajó en la redacción del texto de la Ley extremeña de diversidad sexual, que semanas atrás cumplió su primer años de existencia. Destacó que en los 150 años de activismo en defensa de la diversidad sexual se ha avanzado mucho. Tanto que por ejemplo no hace muchas décadas, había gais que acababan siendo víctimas de la represión franquista, encarcelada en la antigua cárcel de Badajoz --hoy Museo Extremeño Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC)--.
Palabras también para la ley extremeña LGTBI, una de las más avanzadas en las que se miran otras comunidades según ha destacado. Otra de las cuestiones de Casco en su discurso ha sido la necesidad de combatir las agresiones y el odio manifiesto de grupos minoritarios, ante lo que ha dicho que “nunca vamos a renunciar a la visibilidad que hemos logrado”. Es necesario --dice-- seguir trabajando en las escuelas y poner en marcha protocolos en coordinación con la policía contra las agresiones, tanto verbales como físicas.
Diversidad sexual en el mundo rural
Por parte de Extremadura Entiende su presidenta, Sisi Cáceres, ha puesto de manifiesto que la LGTBI-fobia es un rechazo y una discriminación que sufren las mujeres y hombres fruto del “machismo hetero-patriarcal”, a lo que suma la presión que ejerce la Iglesia. Más complicado resulta en el mundo rural enfrentarse a una orientación sexual diferente si encima se es mujer o una persona transexual según ha subrayado.
De hecho comenta que en ocasiones, cuando reciben llamadas de mujeres, éstas no quieren ni decir la localidad de la que llaman pese a tratarse de un servicio discrecional.
En materia educativa, piensa que hay que trabajar la diversidad LGTBI, ya que algunos estudios indican que ocho de cada diez niños y niñas han escuchado la palabra “maricón” y “bollera” como un insulto; mientras que dos de cada diez han sido testigos de agresiones físicas. Ha recordado así que ya existe una norma extremeña y con ella es necesario erradicar los delitos de odio que se registran.
Recuerdo para los que migraron
Desde Fundación Triángulo su presidente, José María Núñez, ha tenido unas palabras para todos los extremeños y extremeñas que tuvieron que emigrar décadas atrás para vivir su sexualidad en plena libertad. También que hace algo más de una década la Asamblea de Extremadura acogía un acto en defensa de la diversidad sexual, el primero de los parlamentos regionales en hacerlo.
Toca según ha destacado, seguir avanzando frente a las agresiones que en la actualidad se siguen registrando en Extremadura, donde los casos que se denuncian van en aumento.
