La política de los tres sueldos deja sin salario a la oposición

Es una cumbre del populismo difícil de superar: María Dolores de Cospedal ha decidido que la mejor manera de salir de la crisis es la austeridad: la de los demás, empezando por la oposición. En una medida sin precedentes en democracia ha decidido dejar sin sueldo a los diputados de las Cortes de Castilla-La Mancha. Recortará así algo más de un millón de euros. Antes de juzgar el dato, hay algunas cifras que conviene repasar.

1. Este arrebato por el ahorro ajeno es obra y gracia de esa misma política que durante años compaginó varios sueldos públicos sin pestañear. En 2009, De Cospedal cobró 240.737 euros del dinero de los contribuyentes: casi tres veces más que Zapatero. En 2010 fueron otros 223.595 euros más. Traducido a diputados: ella solita recibió en dos años casi la mitad de lo que ahora quiere economizar dejando sin salario a los demás.

2. El millón que ahorrará De Cospedal es asimétrico: sale principalmente de la bancada de la oposición. La mayoría de los diputados del PP no tendrán mayor problema. De los 25 parlamentarios con los que cuenta el PP, 15 cobran ya otro sueldo público: como alcaldes, concejales o consejeros. Son principalmente los 24 diputados socialistas –solo seis son concejales y uno es alcalde de un pueblo de 1.700 habitantes– los que lo van a tener que buscarse otro trabajo para llegar a fin de mes.

3. De Cospedal ahorra poco más de un millón de euros en diputados mientras gasta millonadas en altos cargos. Solo en la Consejería de Presidencia, De Cospedal tiene contratados a dedo a 41 asesores de libre designación por 1.644.140 euros. En todo el Gobierno hay 82 y cobran al año 3,26 millones de euros. Además, hay otro fondo con 67 millones de euros presupuestados para “alta dirección”. No se sabe cuántos directivos son.

4. El presupuesto de Castilla-La Mancha es de 7.440 millones de euros. El ahorro con esta populista medida equivale al 0,01% de las cuentas públicas. El recorte puede salir muy caro porque el trabajo de la oposición consiste precisamente en controlar al Gobierno y evitar que ese enorme presupuesto se gaste mal.

5. Pero la principal trapacería no está aquí. Siguiendo el mismo discurso de la austeridad, De Cospedal pretende reducir el parlamento de Castilla-La Mancha a la mitad. El cambio esconde otra trampa: igual que intentó Núñez Fejóo en Galicia, el nuevo reparto favorecería aquellas provincias donde el PP recibe más votos. Es una manera de blindarse en el sillón recortando en democracia y usando el populismo antipolítico contra la oposición.